10 Alimentos que pueden ayudar a prevenir el cáncer de mama

Ningún alimento específico puede causar o prevenir el cáncer de mama. Sin embargo, las pautas dietéticas pueden ayudarte a reducir el riesgo general de cáncer de seno.

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Por ejemplo, comer una dieta rica en antioxidantes puede ser beneficioso. Los antioxidantes ayudan a proteger sus células de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas liberadas por toxinas, como el humo de tabaco. No solo se han relacionado con el cáncer, sino que también pueden contribuir al envejecimiento prematuro y a las enfermedades del corazón.

Tomar decisiones dietéticas proactivas no tiene inconveniente. Además de reducir potencialmente el riesgo de cáncer de seno, la alimentación saludable puede mejorar tu bienestar general: ayuda a mantener tu energía, aumentar tu sistema inmunológico y proporcionar los nutrientes que tu cuerpo necesita para el mantenimiento y la reparación.

El cáncer de mama es sólo uno de los múltiples tipos de cáncer, ya que crece y se desarrolla en el tejido de las glándulas mamarias. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) existen 2 tipos: el carcinoma ductal, y el carcinoma lobulillar.

Factores de riesgo del cáncer de mama

El Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés) informa que algunas personas tienen mutaciones genéticas que las hacen más propensas. Los defectos genéticos más comunes se encuentran en los genes BRCA1 y BRCA2, que por lo regular producen proteínas que nos protegen del cáncer.

La edad y los hijos

Las mujeres que nunca han tenido hijos o que los tuvieron después de los 30 años también tienen un mayor riesgo de presentar cáncer de mama. Quedar embarazada más de una vez o a temprana edad reduce el riesgo de padecer este tipo de cáncer.

Sigue leyendo para obtener más información sobre alimentos, especias y otros ingredientes clave que tienen propiedades anticancerígenas.

10 Alimentos que pueden ayudar a prevenir el cáncer de mama

Si estás preocupada por tu riesgo, hablar con un médico o un dietista sobre los alimentos que debes ingerir o evitar es un buen primer paso. Al igual que los factores genéticos y las elecciones de estilo de vida, los alimentos son solo una parte de la imagen. No debes confiar en ello como tu única acción preventiva.

Té verde

El té verde está vinculado a una serie de beneficios que van desde la pérdida de peso hasta la gestión de la presión arterial. También ha sido objeto de estudios por su papel en la prevención del cáncer.

Es porque el té verde es rico en polifenoles y catequinas. Estos antioxidantes pueden ayudar a proteger las células del daño del ADN causado por los radicales libres. Ha demostrado ser un gran aliado para frenar la propagación de las células de cáncer de mama, además de prevenir el cáncer de piel, de colón y próstata. Se necesita más investigación para probar su eficacia, pero no hay nada malo en agregar una taza a tu rutina diaria.

Vegetales crucíferos

Estas verduras son generalmente ricas en vitaminas antioxidantes, como C, E y K, y son ricas en fibra. Las verduras crucíferas contienen glucosinolatos, un tipo de producto químico. Este químico, así como los otros componentes que se encuentran en las verduras crucíferas, pueden tener propiedades que combaten el cáncer.

Las verduras crucíferas populares incluyen:

  • brócoli
  • coliflor
  • coles de Bruselas
  • rúcula
  • col rizada
  •  repollo

Jugo de granada

El jugo de granada, que se deriva de su pulpa de semilla, también contiene polifenoles. Un estudio de 2009 sugiere que el jugo de granada tiene el potencial de ser una herramienta preventiva para ciertos cánceres, incluido el cáncer de mama.

Los investigadores también propusieron el extracto de granada como una alternativa viable al jugo de granada. El extracto puede tener los mismos beneficios en dosis más pequeñas que el jugo.

Se necesita más investigación antes de poder hacer cualquier recomendación oficial. No existen pautas claras sobre la cantidad de jugo o extracto que debes beber para beneficiarte de sus efectos.

Si tienes diabetes, habla con tu médico antes de agregar jugo de granada a tu dieta. El jugo es típicamente alto en azúcar y puede afectar tus niveles de glucosa en sangre.

Ajo

Parte de la familia de vegetales allium, el ajo es conocido por su sabor y aroma distintivos. Puede haber una conexión entre la mayor ingesta de ajo y otros vegetales de allium, como las cebollas, y una reducción en el crecimiento de las células de cáncer de mama.

Los investigadores en un estudio de 2017 analizaron los efectos del ajo y otros vegetales de allium en las células de cáncer de mama. Encontraron un efecto positivo tanto en el cáncer de mama dependiente de estrógenos como en el cáncer de mama independiente de estrógenos.

Vegetales verdes oscuros y frondosos

Cuanto más oscuro es el verde, más densa es la nutrición. Los verdes son generalmente ricos en antioxidantes y fibra, lo que puede convertirlos en potentes herramientas contra el cáncer.

Las opciones populares incluyen:

  • Espinacas
  • Col rizada/ kale
  • Acelga suiza
  • Berza, mostaza, nabo y remolacha

Bayas para prevenir el cáncer de mama

Las bayas, como los arándanos, las fresas y las frambuesas negras, contienen altas cantidades de polifenoles, que pueden tener propiedades anticancerígenas. También tienen un alto contenido de antioxidantes antocianos y ácido elágico que han demostrado en estudios de cultivos celulares, reducir el daño que producen los radicales libres a las células sanas, de acuerdo con el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer.

Existe cierta evidencia de que las bayas pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de seno.  No existe una recomendación actual para la dosificación diaria, aunque una porción de fruta equivale a 3/4 a 1 taza de bayas.

Ciruelas y melocotones

De acuerdo con un estudio realizado en animales en 2009, los polifenoles que se encuentran en las ciruelas y los melocotones pueden ayudar a prevenir la formación de células de cáncer de mama y su posterior multiplicación. La evidencia sugiere que los polifenoles ayudan a matar las células cancerosas al tiempo que dejan las células sanas.

Granada

Son populares gracias a que poseen ricas cantidades de antioxidantes antiinflamatorios y polifenoles, además de un fitoquímico llamado elagitaninos, que interfiere en la producción de la aromatasa, una enzima que aumenta la producción de hormonas en tejido mamario.

Nueces

Estudios aplicados en ratones han encontrado que consumir nueces en una dieta saludable y durante toda la vida reducen el riesgo de desarrollar cáncer de mama a la mitad ya que disminuye el crecimiento de tumores gracias a su composición rica en ácidos grasos omega-3, fitoesteroles o antioxidantes.

Cúrcuma

La curcumina, un compuesto que se encuentra en la cúrcuma, puede desempeñar un papel importante en el bloqueo de la expresión de una molécula llamada RANKL, que se ubica en las células tumorales de cáncer de mama más mortales y agresivos. También ayuda a prevenir el cáncer de piel.

Muchas de las investigaciones sobre sus propiedades anticancerígenas se han hecho en ratones o en cultivos celulares in vitro, pero según la Sociedad Americana del Cáncer, los lignanos (metabolitos de estas plantas) desaceleran el movimiento y la «adherencia «de las células de cáncer de mama.

Tomate

Algunos estudios han determinado que el consumo de más cantidad de licopeno, un antioxidante que contiene esta verdura, puede retrasar el crecimiento de las células que originan el cáncer de mama. Otras investigaciones demuestran su efectividad contra el cáncer de vejiga, próstata, pulmón y los ovarios.