Jugo de cúrcuma para problemas de hígado y riñones

La cúrcuma es conocida por ser una de las hierbas medicinales más poderosas. Es muy buena para los huesos y las articulaciones, ya que tiene propiedades antiinflamatorias. Evita que se produzca metástasis en muchas formas diferentes de cáncer.

La cúrcuma también es un desintoxicante natural del hígado. De acuerdo con la investigaciones, la curcumina, que es el componente principal de la cúrcuma, retrasa daños en el hígado que eventualmente pueden conducir a la cirrosis.

La cúrcuma también es un excelente limpiador de riñones. Casi todos los problemas de riñones son causados por inflamación. La cúrcuma es una sustancia antiinflamatoria natural potente que funciona muy bien y sin efectos secundarios.

Esta excelente especia también acelera el metabolismo ayudando a controlar el peso. Además de que cura y alivia las condiciones de depresión, psoriasis, piel dañada, la artritis y más.

Estas son algunas razones de porqué debes incluir más cúrcuma a tu dieta, y como muestra te ofrecemos una receta para que prepares un delicioso y saludable jugo diseñado para beneficiar a tus riñones y a tu hígado. Excelente receta aryuvédica que se ha utilizado desde la antigüedad.

Jugo de cúrcuma para problemas de hígado y riñones

  • 5-7 pulgadas (12-17 cms) de raíz de cúrcuma fresca
  • 5-7 de tamarindo (si no puedes adquirir fácilmente tamarindo en tu lugar puedes utilizar mango y si lo usas, deberás omitir el proceso de suavizado que requiere el tamarindo, sólo pelar el mango y moler directamente con la cúrcuma cuando lo requiera el paso)
  • 2 limones
  • Miel de abeja pura al gusto
  • Agua
  • Licuadora
  • Colador
  • Frasco de vidrio con tapa
Miel de abejas y cúrcuma

Instrucciones

  1. Pelar la Cúrcuma. Tus dedos se tornan amarillos. No te preocupes, enjabona totalmente y sacará el color. Si su tabla de cortar o la encimera se manchan, ponles jabón y frota dejando en remojo por 5 minutos o más, luego frota con agua y una esponja. La mancha de la cúrcuma se desvanecerá.
  2. Quita las cáscaras al tamarindo. Asegúrate de quitar todas las raíces internas, también. Sólo vamos a utilizar el fruto interno.
  3. Llena una olla grande con agua, poner la cúrcuma pelada y dejar hervir durante al menos 20 minutos hasta que el agua se convierta en un rico y vibrante color caléndula.
  4. Mientras el agua con la cúrcuma está hirviendo, consigue un recipiente y vierte 2 cms de agua en el mismo con el tamarindo pelado. Mueve el fruto con un utensilio de madera, para que se mezcle con el agua para que pueda fundirse y suavizarse la textura. No debería ser necesaria más agua, pero si es necesario vierte más. Las semillas comenzarán a verse cuando ya consiguió el punto que estamos buscando en el tamarindo en agua. Cuando la textura se ve suave, apagar el fuego y dejar que se enfríe.
  5. Vuelve al agua con la cúrcuma. A estas alturas, el color debe estar listo. Vierte un poco de agua fría para bajar la temperatura. Toma el agua de cúrcuma y vierte en la licuadora con la cúrcuma. La hervimos así la raíz podría suavizarse y tener más sabor, ahora está listo para molerse en la licuadora para aún más sabor y riqueza. Mezcla, mezcla, mezcla. El color debe verse como una caléndula ardiente.
  6. Vuelve al tamarindo de la sartén, pasando por un colador.
  7. Vaciar en la licuadora el producto del colado del tamarindo que ha sido capturado en el recipiente con el agua de la cúrcuma. Mezclar en la licuadora.
  8. Ya casi hemos terminado. Exprime los limones en la licuadora. Vacia tu jugo delicioso en un frasco de conservas. Agregar la miel al gusto, cerrar con la tapa muy bien y agitar hasta mezclar.
  9. Conservar en nevera hasta 3-4 días y beber todos los días!

Investigación y redacción de Vida Lúcida