3 lecciones de amor que las mujeres aprenden demasiado tarde

Cualquier lección de vida requiere que hayamos vivido una experiencia previa, en la que casi siempre, hemos tenido que perder algo y aprender, pero cuando hablamos de las lecciones de amor, la mayoría de ellas se suelen aprender demasiado tarde.

Mujer que aprendió lecciones de amor

Las 3 lecciones de amor

Las lecciones de amor a menudo llegan tras un golpe duro y, a veces, es necesario que nos golpee más de una vez para que podamos comprender de una buena vez cual es el mensaje que nos tiene preparado. Si una mujer que ya ha recorrido este camino, y aprendido sus lecciones, tuviera que hablar con sus nietos a cerca del amor y las relaciones de pareja, quizás estas sean las 3 principales lecciones del amor que transmitiría.

1. No puedes hacer que te amen

He aprendido que no puedes hacer que alguien te ame. Lo único que puedes hacer es ser alguien que puede ser amado. El resto depende del otro. He aprendido que no importa cuánto me esfuerce, si la otra persona decidió seguir su camino por otro rumbo no podré hacerlo cambiar, y no es el fin del mundo.

Si yo hubiera sabido esto antes en mi vida, no habría estado sacrificando mi autenticidad a cualquier precio, no evitando el aprecio de quienes realmente me conocían. Como joven sensible, lo tomé muy personalmente y llegué a pensar que algo estaba mal conmigo, que por alguna razón, yo no era «lo suficientemente buena».

Sentí lo mismo con amigas, maestros, familiar, con todo. Nunca entendí por qué no les gustaba o me aman tanto como yo traté de amarlos y complacerlos.

Ahora sé que no depende de nosotros hacer que alguien nos ame. En lo que si debemos enfocarnos en hacer de nosotros mismos la mejor versión para que las personas que nos rodean pueden ver y sentir lo que somos y decidir si quieren que seamos una parte de su vida o no. Esto además, nos permite ser quienes somos en realidad en el mundo.

«No seas una mujer que necesita un hombre, se una mujer que un hombre necesita.»

Y no te olvides que ambos en la pareja son los que se eligen mutuamente. No debes esforzarte en amar más para conseguir que su amor crezca, cada uno debe cuidar su propio corazón y entregarse al otro.

2. Cada uno tiene su forma de amar

Lecciones de amor que puedes aprender

«Las personas tienen su propia manera de amor, y no tiene porqué ser igual a la nuestra»

Este es un mensaje muy importante que debería aprender de cada mujer joven o adulta, que trata de cambiar la forma en que su novio o pareja expresa su amor o se comporta hacia ella. Todos tenemos nuestra única forma de amar a alguien. Eso es parte del misterio del amor. No se puede dar lo que no se tiene y cada uno aprendió el amor a su manera, y eso se debe respetar.

Solía ​​tratar de hacer que mi pareja me demostrará su afecto de la misma forma en que yo lo hacía y no funciona.

Deja de tratar de decir a los demás cómo deben amarte. Permite que sean únicos, porque el amor es una expresión de su propia alma . Nadie puede imitar el amor de otro para ser correspondido, eso no sería real ni mucho menos amor verdadero.

3. El amor es incondicional

«La última lección que todos tenemos que aprender es el amor incondicional, no sólo hacia los demás, sino hacia nosotros mismos también.»

Esta es, en efecto, para mí, la lección de amor definitiva que debo aprender, todos luchamos porque somos maestros en el amor condicional, en juzgar y criticar. Si no podemos dejar nuestros juicios hacia los demás, sin duda no experimentaremos lo que el verdadero amor puede ser.

Dicho esto, si no nos amamos a nosotros mismos incondicionalmente , no vamos a ser capaces de amar a otros de la misma manera. El amor propio no es un lujo sino una necesidad si quieres vivir una relación duradera con los demás y con lo que te rodea.

Así que empieza a amarte a ti mismo sin ninguna condición y trata de hacer lo mismo con el amor de tu vida.

Por supuesto, hay mucho más que decir sobre el amor y sus lecciones, pero si lo hubiera sabido estas 3 cosas cuando era más joven, me habría ahorrado muchos dolores de cabeza, malas experiencias y sacrificios que sin duda me llevaron a entender un poco más el amor.