Camboya es un país que atrapa lleno de enigmáticos lugares, y vitalizado por una gente amable y generosa. Es un país que resulta muy atractivo a los turistas porque su comida, hospedaje y atracciones resultan bastante económicos.
Belleza e historia
Phnom Penh es la capital de Camboya, y en ella no puedes dejar de comprar en los diferentes mercados -pero el mejor es el nocturno. Aquí, como paseo obligado, está el conocer y sentir el pasado del país, signado por masacres, perfectamente recogido en el Museo de Tuol Sleng o S21 (Prision de Seguridad 21), donde en su momento funcionó el centro de detención, tortura y ejecución más importante del país, y donde a través de imágenes fotográficas se muestra parte del genocidio causado por los Khmer Rojos. A pocos kilómetros del centro de Phnom Penh está Killing Fields, un museo donde se rinde homenaje a las víctimas de asesinato por los Khmer Rouges.
Una de las principales atracciones de Camboya la constituyen las ruinas de Angkor, donde se sitúan magníficos templos y palacios, siendo el más famoso el Angkor Watt. Comprende un circuito de varios días para recorrer todo el lugar y se puede realizar en bicicleta, tuc tuc, taxi o vehículo de alquiler. Estas ruinas son Patrimonio de la Humanidad, por lo cual es imposible dejar de conocerlas.
Variedad turística
Para dirigirse a las ruinas de Angkor Watt se pasa por la ciudad de Sean Reap, perfecta para alojarse por la cantidad de opciones que presenta: hostales, hoteles, casas. Aunque parece algo costosa, son variadas las posibilidades de comer a precios módicos. Las cenas pueden hacerse en los puestos que se arman en la calle principal. Hay lugares un poco más alejados de la calle principal, donde se consiguen desayunos completos a buen precio. Comprar recuerdos de la región, artesanías y objetos insospechados es posible en los mercaditos.
Cerca de Sean Reap está el Lago Tonle Sap, famoso por ser parte de un fenómeno natural que sucede en la época de lluvias en el río Mekong, ya que en vez del agua seguir su curso normal vuelve a subir hasta el lago, multiplicando por diez su tamaño natural.
La ciudad de Banlung, al este del país, está muy cerca de bellas atracciones y su color característico es el verde. Destaca particularmente el lago Yeak Laom, de aguas turquesas, ubicado en medio del cráter de un volcán. Posee muelles, áreas para realizar picnic y pasar el día sumergido en sus aguas, nadando despreocupadamente. Muchas son las cascadas que enmudecen de tanta belleza fácil de encontrar por estos lados, una de ellas la de Katieng.
