¿Cómo prevenir las infecciones del tracto urinario?

La infección del tracto urinario es un problema muy común, que afecta tanto a mujeres como a hombres, siendo más común en el género femenino. Se estima que más de un 60% de las mujeres tendrán al menos un episodio de infección urinaria a lo largo de sus vidas. En el caso del varón puede verse en edades tempranas de la infancia o juventud, ya que es prácticamente inexistente entre los 15 a 50 años de edad (Gonzales – Chamorro F).

como se puede evitar la infección del tracto urinario

Cuando una bacteria se reproduce y prolifera en el tracto urinario y causa sintomatología (ardor, orinar frecuentemente, sensación de querer seguir orinando luego de orinar, dolor lumbar y/o fiebre) y el examen de orina (uroanálisis) se encuentra alterado, entonces se diagnostica una infección urinaria.

Hay casos en los que una persona puede tener un examen de orina alterado, pero no hay sintomatología alguna. Cuando existe esta situación entonces se le denomina bacteriuria asintomática, que es la presencia de bacterias en la orina sin causar infección.

Sin embargo, en algunos casos como por ejemplo el embarazo, en enfermedades que causen disminución de las defensas del organismo y en cirugías urológicas se debe indicar tratamiento, con el fin de evitar complicaciones.

En algunos pacientes, las infecciones del tracto urinario pueden ser una molestia recurrente, siendo preciso que la persona adopte varios hábitos para prevenir nuevas infecciones como cistitis (infecciones urinarias bajas) o pielonefritis (infección urinaria alta).

Cómo prevenir las infecciones del tracto urinario

En este artículo explicaremos cuáles son algunas medidas para prevenir las infecciones del tracto urinario:

1. Tomar abundante agua

Se recomienda el consumo de agua, con la finalidad de evitar que la orina quede acumulada en la vejiga y en las vías urinarias, debido a que esta situación aumenta la cantidad de bacterias, porque la orina actúa como caldo de cultivo para su proliferación.

2. El uso de arándano rojo y de probióticos

Está demostrado científicamente que el arándano rojo (conocido por su nombre en inglés Cramberry) acidifica la orina, por lo que impide hasta cierto punto la proliferación de gérmenes y microorganismos patógenos, sin embargo, para algunas guías el beneficio real puede considerarse aun controversial. (Jiménez – Pacheco A)

3. Adecuados hábitos de higiene

Es muy común las infecciones del tracto urinario por la bacteria Echerichia Coli, sin embargo, esta suele ser flora habitual del tracto digestivo, y encontrarse en el periné (segmento entre el ano y la vulva) por lo que es igual de frecuente que, los malos hábitos de limpieza como la forma en la que usas el papel higiénico (ideal de adelante hacia atrás), puede arrastrar flora bacteriana digestiva que colonice la uretra y vías urinarias mas altas, generando infección.

Igualmente, el exceso de higiene y el uso inadecuado de ciertos jabones o productos de aseo personal, puede acarrear la eliminación de la flora microbiana normal del tracto urinario y favorecer la invasión de otros gérmenes patógenos.

4. Evitar retener la orina o pasar más de 4 horas sin orinar

Otro de los malos hábitos muy comunes que se escuchan al interrogar a las pacientes es el evitar orinar en baños públicos por lo que durante una jornada laboral de 6 horas se espera hasta retornar al hogar para poder orinar, lo que resulta perjudicial para la salud del aparato urinario. Al mantener la orina en vejiga por periodos largos facilita la proliferación y colonización de bacterias patógenas.

5. Orinar y limpiarse adecuadamente después de mantener relaciones sexuales.

El orinar luego del acto sexual, facilita la eliminación de microorganismos que pudieran haber migrado hacia las vías urinarias, durante las relaciones.

6. Evitar uso de ropa interior de telas sintéticas y el uso constante de toallas intimas que generen irritación genital.

La humedad y el mantenimiento de un ambiente interno sudoroso y poco ventilado genital puede favorecer el crecimiento bacteriano. La ropa de algodón resulta buena opción al ser más absorbente y generar menos irritación.

7. Evitar el mal uso de antibióticos

En casos de automedicación, cuando un individuo usa un antibiótico sin una indicación clara y precisa recetado por personal de salud calificado, se genera mayores riesgos que beneficios, como resistencia bacteriana o eliminación de flora normal que permite la colonización del epitelio urinario, por ejemplo.

8. Mejorar la atrofia vaginal

En el caso de las pacientes postmenopáusicas, se genera mayor riesgo de infecciones del tracto urinario, con la atrofia del epitelio vaginal y vulvar por la disminución significativa de los estrógenos. El uso de estrógenos tópicos o terapia de reemplazo hormonal, podría ser una herramienta de apoyo adicional en la prevención de infecciones urinarias, siempre y cuando seas candidata para su uso y tengas la prescripción médica por parte de un especialista en el tema.

9. Valoración especializada

En caso de pacientes con infecciones del tracto urinario a repetición, que reinciden posterior al tratamiento efectivo demostrado a través de un urocultivo control negativo, en mas de 3 episodios en un año, deben ser examinados con detenimiento en busca de alguna alteración morfológica o condición que favorezca la reincidencia de la infección urinaria.

10. Profilaxis antibiótica

El uso de antibióticos profilácticos como la nitrofurantoina en dosis bajas o únicas, posterior a episodios de riesgo como posterior a una relación sexual, coito anal, uso de espermicidas, etc., en pacientes con infecciones recurrentes, puede prevenir la aparición de un nuevo episodio. (Gonzales – Chamorro F).

Referencias.

  1. González-Chamorro F, Palacios R, Alcover J, et al. (2012) La infección urinaria y su prevención Actas Urol Esp. 36(1) :48-53.
  2. Jiménez – Pacheco A, Jiménez – Pacheco A. (2013). El uso de probióticos como alternativa en la prevención de las infecciones urinarias recurrentes en mujeres. Rev Med Chile; 141: 809-810.
  3. Sánchez E., Sánchez-Gallegos P. (2014) The challenge of urinary tract infections. Actas Urol Esp. 2014; 38(10) :631-632.