Consejos para reducir la resistencia a la insulina para perder grasa abdominal

Al reducir la resistencia a la insulina podemos controlar mejor nuestro sobrepeso y además evitar otras complicaciones y posible padecimiento de diabetes tipo 2, descubre qué alimentos pueden ayudarte a mantener controlados los niveles de insulina.

La influencia de las hormonas se extiende no solo a la cantidad de grasa corporal presente, sino también a su distribución en el cuerpo. Un exceso de insulina no solo incentiva al organismo a almacenar la glucosa sobrante como grasa, sino que también impide la utilización de esta reserva grasa como fuente de energía.

Esto conduce a una acumulación indeseada de grasa. Por tanto, es esencial entender que para mantener una figura esbelta, resulta crucial regular los niveles de insulina.

Cómo reducir la resistencia a la insulina para controlar tu sobrepeso

Estos alimentos pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y bajar el azúcar en la sangre, consiguiendo un peso más equilibrado, al menos en este sentido, salvo que hayan otras causas para el sobrepeso.

Batido de arándanos

Según un estudio publicado en el Journal of Nutrition, una dosis diaria de los ingredientes bioactivos presente en los arándanos también aumenta la sensibilidad a la insulina y puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes en individuos en riesgo.

Los investigadores descubrieron que los participantes obesos, no diabéticos y con resistencia a la insulina a quienes se le suministró un batido de arándano diariamente durante seis semanas experimentaron un cambio del 22 por ciento en la sensibilidad a la insulina.

Añadir canela a tus batidos

Un grupo de investigación en Beltsville del Human Nutrition Research Center encontró que la canela puede reducir el azúcar en la sangre, reducir el colesterol total y LDL en sujetos con diabetes tipo 2 después de solo 40 días de consumo de uno a seis gramos de canela al día.

Toma vitamina D

La vitamina del sol puede ayudar a darle un impulso a tus hormonas.Un estudio publicado en el British Journal of Nutrition mostró que las mujeres que recibieron una dosis diaria de 4.000 UI de vitamina D3 tuvieron mejoras en su resistencia a la insulina después de seis meses de la suplementación.

Trata de aprovechar las primeras horas del día para producir vitamina D directamente desde su fuente natural, que es el sol y evita exponerte a los rayos UV.

Añadir los pistachos a tu dieta

Añadir pistachos a la dieta puede ayudarte a evitar el riesgo de padecer diabetes tipo 2. La reducción del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 fue 30 por ciento menor en las personas que consumen frutos secos cinco o más veces por semana y 20 por ciento menor en las que consumen frutos secos de una a cuatro veces por semana en comparación con aquellos que casi nunca comían frutos secos.

Un estudio publicado en la revista Diabetes Care también encontró que el consumo de pistachos puede disminuir la resistencia a la insulina durante cuatro meses y puede proteger contra la diabetes tipo 2. Otros estudios han mostrado resultados similares para muchos tipos de frutos secos y la mantequilla de maní. Los frutos secos que puedes tener en cuenta son los siguientes: almendras, nueces, avellanas, pistachos, estos resultan una fuente de grasa saludable que puedes incorporar cada día.

Tomar suplementos de zinc

El zinc es necesario para la actividad de más de 300 enzimas en el cuerpo, también es una de las deficiencias de minerales más común encontrada hoy en día en los pacientes de todo el mundo. De hecho, según un estudio publicado en American Physiological Society, las ratas que fueron alimentadas con una dieta deficiente de zinc demostraron una resistencia periférica a la insulina en tan solo cinco semanas de alimentación.

Mantente activo

Mantenerte inactivos, puede traer graves problemas a largo y corto plazo, además de hacerte sentir con poco ánimo y en un estado letárgico; ahora suma a todo lo anterior que también tendrás un efecto dramático sobre la sensibilidad a la insulina.

Un pequeño estudio con 12 participantes llevó a los participantes de entre 20 y 35 años de edad a realizar unos 13.000 pasos al día en promedio y luego una reducción de su actividad a 4.319 pasos al día (medido por un podómetro y confirmado con un acelerómetro).

Este simple cambio resultó en una caída de 30 por ciento en la sensibilidad a la insulina y una reducción a la respuesta de la glucosa después de las comidas. Otros estudios han demostrado que solo una sesión de ejercicio de alta intensidad puede mejorar la sensibilidad a la insulina en adultos sanos y aquellos con diabetes tipo 2.

Merienda en cerezas

Los investigadores han encontrado que las cerezas tienen beneficios significativos para la salud, incluyendo la reducción de la grasa del vientre. En el estudio, las ratas que consumieron polvo de cereza agria en su dieta durante ocho semanas mostraron una mejor tolerancia a la glucosa y una reducción en la cantidad de insulina.

Como un factor adicional, estas bayas son ricas en melatonina y pueden mejorar la calidad del sueño también. Añadir a tus licuados o disfrutar de una merienda con 1/2 taza de yogur griego, 1/4 taza de cerezas y una cucharada de frutos secos mezclados puede ser una gran alternativa.

Para tener una idea más completa puedes consultar la guía completa de remedios naturales para la resistencia a la insulina.

Conclusión

Reducir la resistencia a la insulina para combatir la grasa abdominal es un objetivo alcanzable que requiere constancia y un enfoque holístico hacia la salud. La clave está en adoptar una dieta balanceada, incrementar la actividad física, gestionar el estrés y priorizar un sueño reparador. Estos cambios no solo favorecen la pérdida de grasa en la zona abdominal, sino que también contribuyen a una mejora general en la salud metabólica, disminuyendo significativamente el riesgo de enfermedades crónicas.

Al comprometernos con estos ajustes en nuestro estilo de vida, no solo estamos trabajando hacia un aspecto físico deseado, sino también hacia una vida más larga, saludable y plena. La lucha contra la resistencia a la insulina es, en última instancia, un paso hacia el bienestar integral.