La necesidad de decir adiós para poder crecer

Decir adiós, a veces en la vida es uno de los retos más importantes decir adiós implica un cambio y una ruptura de la rutina a la que estamos acostumbrados este tema se asocia con la impermanencia con el continuo devenir al que nos somete este viaje por el que estamos pasando llamado “vida”.

la necesidad de decir adiós para poder crecer

El tema del adiós ha estado en boca de poetas, escritores, y cantantes desde que conocemos la historia, y es posible que la misma palabra adiós, tenga implicaciones muy emocionales en nuestro comportamiento, quien no ha llorado en un funeral, en un fin de curso, en una despedida de soltero, o cuando termina una relación, el ser humano ha pasado la historia de su vida siempre diciendo adiós, y resulta que las cosas se van por el mismo hecho que han llegado, y muchas veces para darnos la oportunidad de poder crecer.

Porqué necesitamos decir adiós para poder crecer

En la vida cada experiencia buena o mala nos deja un sin fín de conocimientos, nos aporta elementos para construir y fortalecer nuestras amistades, relaciones y características personales, nos regala herramientas para afrontar las cosas del porvenir, pero también nos provee de apegos.

Entendiendo el “Adiós»

Al hablar del “adiós” necesariamente debemos caer en la explicación del apego y la importancia de aprender a sobrellevarlo en la vida, al estar en continuo contacto con una situación o persona vamos integrándolo a nuestra vida, de esta manera sabemos que, o creemos que eso siempre será igual, pero resulta en realidad que todo está en continuo cambio incluso las emociones o los nexos que hacemos con personas y cosas. Aprender a desapegarse facilita el proceso de decir “adiós” para poder crecer.

Heráclito, quien era un famoso filosofo del que solo se conservan fragmentos de su obra, decía “En los mismos ríos entramos y no entramos, pues somos y no somos los mismos” que después en una obra de platón se transformó en “no es posible bañarse dos veces en el mismo rio”, esto ilustra de forma magistral lo que es realmente vivir, no puedes bañarte en el mismo río dos veces por que en la segunda oportunidad ni el rio ni tú son los mismos.

La verdad es que si todo está en continuo cambio, lo más probable es que las personas, las cosas y la situaciones también lo estén, ¿cierto?, es por ello que debemos tener esta idea siempre a nuestro lado a medida que vamos viviendo y enfrentándonos a las experiencias de vida, de nada vale estancarse en una situación o sufrir para mantener vivo lo que ya ha muerto.

Que ganamos diciendo adiós

decir adiós es crecer

Decir adiós, facilita la entrada de nuevas experiencias enriquecedoras a través del cierre y la apertura de nuevos capítulos en la vida, es por ello que nos ayuda a crecer, el crecimiento al que nos referimos es esa deliciosa sensación de que lo vivido, nos ha dejado innumerables cambios en nuestra vida, la percepción de la utilidad de esos cambios y la satisfacción de haber experimentado emocionalmente dentro de ese capítulo cerrado, es lo que nos generará el impulso necesario para salir y empezar a mirar nuestra nueva experiencia.

Nada que temer entonces, en el camino de la vida habrá muchos adiós y habrán muchos holas, de eso se trata vivir, no te apegues a nada, dejar ir es mantener el flujo natural de las cosas, mientras te aferras a las cosas sufres de forma innecesaria y te estancas para recibir lo nuevo en tu vida.

Como ves decir adiós es también una forma de crecer, y es parte natural de nuestra vida, así que ya sabes todo comienzo siempre tendrá su final, y todo lo que podamos disfrutar durante su estadía con nosotros serán nuestra ganancias, por favor, nunca tengas miedo de vivir.

Redacción: Equipo de Vida Lúcida