Paperas o parotiditis: ¿Síntomas y causas? ¿Cómo tratarla?

La parotiditis, también conocida como paperas, es un tipo de infección que ataca directamente a las glándulas parótidas, que representan una de las tres glándulas salivales, alojadas debajo de los oídos. Se caracteriza por la prominente hinchazón de las glándulas parótidas, por lo que cuando se padece de esta enfermedad la región inferior de la garganta sobresale. Suelen comparar esta inflamación con la manera en los sapos hinchan sus papadas al croar.

Adulto joven que padece paperas

Síntomas de paperas

El síntoma más común es la inflamación de la garganta, en especifico las glándulas parótidas, además de la hinchazón de las mejillas. Entre otros síntomas latentes se encuentran: La fiebre, dolor de las articulaciones, malestar general, dolores de cabeza, dolor al tragar, fatiga y debilidad.

Una de cada tres personas es infectada con este virus sin presentar ningún síntoma, lo que es peligroso, cabe acotar que, las alarmas naturales de nuestro cuerpo es el dolor y los malestares, avisándonos que algo se encuentra en mal estado. En el momento que los síntomas son desarrollados, es posterior al periodo de incubación de la enfermedad, usualmente 15 o 25 días después de la inoculación.

Los malestares son seguidos por la hinchazón exponencial del rostro y garganta, que suele durar una o dos semanas mientras se trata la infección.

Entre los síntomas aislados se encuentran: La dificultad al hablar, resequedad de la boca, dolor en los músculos faciales y orejas. Esta comprobado científicamente que la enfermedad puede ser mortal en adultos más que niños, por lo que es preferible padecerla mientras se es joven, posteriormente ser inyectado con el retroviral de la enfermedad, de esta forma evitar futuros contagios. Padecer más de dos veces de esta enfermedad puede llevar a la muerte.

Cómo tratar la parotiditis

Lo más recomendable es acudir al médico si se sospecha que está infectado con el virus de las paperas. Ya que son poco frecuente, los síntomas pueden ser atribuidos a otras afecciones patológicas. Se debe tener prudencia.

Por otro lado, la inflamación de las glándulas parótidas también puede deberse a otro tipo de enfermedades, como la gripe o el virus de coxsackie por lo que se deben tener especial cuidado con la automedicación sin la previa autorización de un medico.

Ya que la parotiditis es una enfermedad sumamente contagiosa, patógeno aéreo, lo que significa que cualquier persona puede contagiarse de ella si no está inoculado con el retrovirus. Fácilmente, eel virus puede traspasarse de persona en persona con una simple gota de saliva, no necesariamente a través del contacto directo, basta con utilizar los mismo utensilios dentales, beber del mismo vaso o estar cerca de una persona infectada al momento de estornudar.

La parotiditis bacteriana es una derivada de la parotiditis tradicional solo que esta es más dolorosa, usualmente se debe a la obstrucción del conducto salival, fumar, medicamentos específicos y enfermedades crónicas. El tratamiento a seguir es con antibióticos en este caso.

A diferencia de la parotiditis bacteriana, la tradicional no puede ser tratada con antibióticos, al igual que el resto de las enfermedades se debe seguir el curso de la misma. La mayoría de los que padecen esta enfermedad se recuperan sin complicaciones siempre y cuando sigan las indicaciones médicas.

La manera más eficaz de tratar esta enfermedad es mediante la aplicación de compresas con hielo en el cuello, las temperaturas frías benefician en gran parte a cualquier inflamación por lo que se deben administrar cada vez que se agote el hielo en el empaque; consumir muchos líquidos, esta enfermedad tiende a deshidratar rápidamente al organismo por lo que es necesario mantener una constante hidratación, si el paciente es muy pequeño y no logra beber voluntariamente, se le puede administrar una intravenosa sencilla de suero; ingerir alimentos blandos, ya que esta enfermedad tiende a manifestar complicaciones para masticar y tragar, lo recomendables es ingerir alimentos de fácil comer; hacer gárgaras de agua tibia, más que agua tibia, agregar una pizca de sal, para limpiar la zona infectada, cuidadosamente de no tragar el agua, repetir hasta que la hinchazón baje.

En conclusión, esta enfermedad aunque tiene un proceso curativo rápido y natural, es peligrosa. En el caso de los adultos si no se trata con el debido cuidado puede acarrear consecuencias irreversibles como la infertilidad y problemas inmunológicos.