Perdemos la inocencia pero recuperamos lo que somos

Esta es una reflexión profunda sobre la pérdida de la inocencia, y el camino de regreso para recuperar lo que somos, esto no es algo inmóvil, quizás el camino vaya diciendo quien eres y porqué, pero sólo cuando te sientas libre de expresar lo que sientes y que tengas en claro lo que quieres, podrás haber recuperado lo que eres en verdad.

Perder la inocencia

¿Qué nos ha sucedido desde aquel entonces? Observa a los niños jugar y podrás comprender algunas cuantas cosas que tienen para enseñarnos:

No hay tiempo, no hay preocupación ni miedo. son salvajes e inocentes, tal como tú lo eres. Lo que hemos «perdido» en el camino de la vida ha sido la inocencia, y hemos suplantado aquello por un velo llamado miedo. Pero no hemos dejado de tener la misma mente de aquel infante que somos, siempre.

Ahora, te invito a ser consciente del miedo desde el que diriges tu vida. Sólo con la consciencia lúcida alcanza, el conocimiento es un instrumento para aplicar la acción del cambio en base a la voluntad.

Tú eres ese niño aún, ahora lo que te hace diferente es la posibilidad de escoger en qué creer y qué pensamientos administrar, qué energía enfocar y hacia qué intención. Piénsalo así, tienes la ventaja de estar vivo para crecer, y la consciencia para comprender lo que mejor puedes hacer por ti.

Has perdido tu inocencia, pero ahora puedes ser la consciencia sabia de ese niño que elige disfrutar la vida, crecer no significa desgastarse, sino enfrentarse en la medida justa a todas las heridas que la verdad viene a curar.

No te exijas, no te desanimes, no te sobrecargues, simplemente deja que tu día sea la creación de un niño que no vive mas que su presente real.

El miedo también se disfraza de insatisfacción, tú eres perfecto tal cual, siempre lo has sido, aprovecha el momento para sentirte pleno y concédete el poder sólo a ti mismo para darte orgullo y valor de lo que ya eres.

Redacción: Equipo de Vida Lúcida