Principios para poder domesticar a un perro

Hasta el 25 por ciento de los perros que son enviados a los refugios de animales por sus dueños terminan ahí debido a problemas de conducta. La misma estadística aplica a los perros atendidos por veterinarios – 25 por ciento de las visitas al veterinario son relacionadas con el comportamiento de evacuación.

Según estos números, está claro que:

  • La domesticación es un tema candente para los dueños de perros
  • La domesticación exitosa en el hogar podría salvar las vidas de millones de perros cada año

Creo que una de las razones principales del por qué falla el entrenamiento para enseñar al perro a ir al baño se debe a que los dueños de mascotas tienden a pensar que sus perros son humanos de cuatro patas, y si un ser humano en su hogar fuera a utilizar el suelo en lugar de un baño para hacer sus necesidades, sería ser bastante molesto.

Pero los perros no son personas, y cuando te molestas demasiado con tu perro por haber hecho sus necesidades en el interior de su casa, su tono y las acciones que realice para mostrar la desaprobación a menudo muestran el resultado contrario al que pretendía.

Tu perro ha hecho algo natural para él, al evacuar su intestino al momento que se presentó la necesidad. Reaccionas de una manera que es natural para ti, al ser ofendido por un miembro de la familia que acaba de hacer sus necesidades sobre la alfombra, azulejo o piso de madera.

Entonces, ¿cuál es la solución? Sigue leyendo.

Una Historia Personal

Hoy decidí hablar del entrenamiento en casa debido a una experiencia personal que recientemente tuve con un perro adulto que no estaba domesticado.

Yo estaba conduciendo hacia el trabajo hace unos seis meses y me pareció ver a un zorro al lado de la carretera sobre la cuneta. Me detuve para identificarlo más de cerca y me di cuenta que el zorro en realidad era un perra pequeña y peluda – parecía tener unos 10 años. Me pasé la siguiente media hora tratando de agarrarla ya que estaba muy asustada.

Cuando se examinó, la pobre perrita era un desastre. Tenía sarna, malas caderas, problemas de visión y las uñas le crecieron en las almohadillas de las patas. Era obvio que había estado sin hogar desde hace bastante tiempo.

Pero la arreglamos como pudimos, se deshizo de los parásitos causantes de la sarna y «Meredith» empezó a socializar con nosotras.

A todos nos gusta mucho Meredith – es una perra encantadora. Pero pronto nos dimos cuenta que Meredith no estaba domesticada. Y no estoy hablando de un lapso temporal en la memoria o una reacción a un entorno desconocido. Meredith no tenía la más mínima idea de cuál era el lugar indicado para hacer sus necesidades.

Lamentablemente, no estoy seguro si Meredith nunca ha estado dentro de una casa o incluso en un lugar cálido. Ella no tenía ni idea de que evacuar en el suelo no era una buena cosa.

Poco después nos dimos cuenta que Meredith había sido maltratada. En el momento en que alguien levantaba la voz para decir: «¡Oh, no, cariño! ¡No!”, se agachaba justo en frente de nosotros para orinar, ella se echaba en el suelo y se encogía en su propia orina.

Pronto nos dimos cuenta que el trabajo de entrenamiento para Meredith se había reducido. Y se me ocurrió que si yo estaba enfrentando el reto de entrenar a un perro de 10 años para ir al baño, algunos de ustedes están seguramente enfrentando el mismo dilema con un perro rescatado, sin hogar o adoptado.

Los siguientes principios para domesticar se pueden aplicar a los cachorros y perros jóvenes y adultos.

Principios para domesticar a un perro

En primer lugar, quiero que sepas que se puede domesticar a cualquier perro y a cualquier edad.
Inculcar buenos hábitos para ir baño a un cachorro es mucho más fácil que volver a entrenar a un perro adulto, pero si tu amigo peludo ya es mayor, no te desesperes.

Hay tres cosas que asegurarán tu éxito a medida que enfrentas tu desafío para domesticar, y no puedo destacar lo suficiente la importancia de ellos:

  • Consistencia
  • Refuerzo positivo
  • Paciencia

1. Nunca dejes desentendido a tu perro no educado o no domesticado.

Ni siquiera por un minuto. Si  no estás involucrado activamente con tu perro, tenerlo en la misma habitación o cuarto no ayuda.
Por ejemplo – ponemos a Meredith detrás del mostrador en el área de recepción, en un espacio reducido, con una a cuatro personas presentes con ella en todo momento. Pero nadie estaba centrando activamente en Meredith, y ella podría separarse de esa área.
Permitimos que Meredith fallara. La tuvimos con nosotros. Estábamos tratando de observarla. Pero dado que estábamos ocupados con otras cosas y nadie se ocupaba activamente de ella, se orinó en el piso. Ese no fue el fracaso de Meredith, fue de nosotros.

¿Qué debimos haber hecho, ya que no pudimos participar de manera realista con ella cada minuto que estaba con nosotros? Debimos haber utilizado una caja.
Algunos dueños de perros creen que las cajas son una cosa terrible. ¡No es cierto! El hecho es que una caja es en realidad un hábitat muy natural, normal para un perro, siempre y cuando tu cachorro no lo relacione con un castigo.

Los perros por naturaleza habitan en las madrigueras. En circunstancias normales, disfrutan y buscan pequeños «dormitorios», cálidos y seguros en donde descansar. Si proporcionas a tu cachorro su propia madriguera pequeña (caja), y si no hay nada contundente o un castigo que lo relacione con ello, eso no será problema para él.
Si estás totalmente en contra del entrenamiento en caja de tu perro no domesticado, entonces tu única opción es atarse a su cachorro de modo que lo puedas traer a donde quiera que vaya, para que lo estés vigilado.

La manera de hacer esto es poner un clip en la correa, ponerle la correa a tu perro, y abrocharlo a la ropa o al cinturón. La correa no debe ser de más de cuatro pies.
Obviamente, esta opción no será práctica para muchos de ustedes. No lo fue para nosotros  mientras estábamos domesticando a Meredith, así que optamos por el entrenamiento de caja.

2. Alimenta a tu perro en un horario

Si dejas un plato de comida disponible en todo momento para que tu perro no-domesticado lo mordisquee, por supuesto que lo mordisqueará. Él lo mordisqueará todo el día y también defecará todo el día, y será casi imposible que puedas averiguar el mejor momento para llevarlo a hacer sus necesidades. No recomiendo alimentarlo durante todo el día bajo ninguna circunstancia, en ningún caso, pero es una mala idea en particular para los perros no educados.

Alimentamos a Meredith dos veces al día, por la mañana y otra vez por la noche. Sabemos que Meredith tendrá la necesidad de evacuar una hora después de su desayuno y una hora después de la cena, por lo que alguien está siempre disponible y dispuesto a llevarla fuera en esos momentos.
La alimentación de tu perro en un horario hace que la evacuación sea más predecible y le permite ejercer un mayor control sobre la situación. Y entre más oportunidades le dés a tu cachorro para que desarrolle esta habilidad, más rápido se educara.

3. Premia a tu perro por su buen comportamiento

Con el fin de educar exitosamente a tu perro para que haga sus necesidades, es crucial que sea premiado por su buena conducta. Debido a que tu cachorro no habla bien español, es importante elogiarlo de manera que lo entienda. Él puede entender las señales del tono de su voz, por ejemplo, diciendo cosas como: «buen chico, eso es muy bueno», en un tono tranquilo, pero amoroso.

Casi todos los perros entienden el olor de los alimentos, por esa razón es que los premios son una buena recompensa mientras se domestican.
Cuando tu perro evacúa en el lugar indicado afuera, elógialo con palabras y dále un apapacho tres segundos después de su conducta. Recuerda que la consistencia es crucial, así que asegúrate tener los premios contigo para recompensarlo cada vez que va al lugar correcto.

Después de un corto período de tiempo, él se dará cuenta que te pones feliz cuando hace sus necesidades en el exterior, y a cambio recibe una recompensa.  Debes reforzar el buen comportamiento cada vez que sucede, y al principio no hay mejor recompensa que esas golosinas.

Una vez que tu perro está totalmente domesticado, puedes reducir y finalmente eliminar las golosinas y ofrecer sólo elogios verbales por sus buenos hábitos de evacuación.

4. No castigues a tu perro por sus errores

Esto puede ser el principio más difícil de seguir, pero no es suficiente decirlo una vez.
Sí, es frustrante, decepcionante e irritante cuando un miembro de la familia de cuatro patas no parece querer cooperar con el programa de entrenamiento. Pero con el fin de educar exitosamente a tu cachorro, debes evitar el castigo de cualquier tipo cuando se comete un error. Y entonces el obedecerá. No sé dónde se originó la «técnica» de frotar la nariz de un perro en el excremento, pero es inadecuado, poco saludable, y no ayuda en lo más mínimo.

Si me olvido de una señal de Meredith, o ella no me da una y yo no he sido proactivo con ella y como consecuencia hace sus necesidades en el piso, entonces es mi culpa mía, no de ella. Si le grito o utilizo un tono de regaño, lo único que le estoy enseñando es tenerme miedo. Ella sabe que estoy enojado con ella. Ella no sabe por qué. Está confundida, pero sobre todo está asustada.

Desde la perspectiva de tu perro, eres el centro del universo – el líder de la manada cariñoso y amable. A excepción cuando te comportas de manera impredecible en un lunático.
Él se puede dar cuenta de lo “enojado» que estás y como consecuencia hace sus necesidades en el piso, pero él no relaciona su comportamiento de evacuación con tu ira, especialmente si él hizo sus necesidades hace varios minutos u horas.

Incluso si descubres a tu cachorro haciendo sus necesidades en el interior de la casa, la ira o la fuerza son reacciones inapropiadas. Lo que puede pasar es que cachorro relacione su conducta con su ira y podría alebrestarse.

En resumen, no puedes castigar o asustar a un perro por su comportamiento inapropiado.

Lo importante a recordar es que en el momento en que tu perro está haciendo sus necesidades en el piso, su oportunidad para haberlo sacado al baño ya ha pasado. Todo lo que puedes hacer es limpiar el desorden, piensa en lo que pudiste haber hecho de otra manera para evitarlo, y dedícale nuevamente tiempo al proceso de entrenamiento. ¡Tendrás éxito!