Síndrome de tietze: ¿Qué lo causa? ¿Cuáles son sus síntomas?

El síndrome de tietze, llamado así gracias a que esta enfermedad fue descubierta por el Doctor Alexander Tietze en 1921, es la inflamación del cartílago responsable de unir al esternón y a las costillas denominado cartílago costal.

Síndrome de tietze:

El cartílago costal se ubica en el centro de la caja torácica por lo tanto las molestias ocasionadas se perciben a la altura del pecho. Este síndrome es muy común que se le asocie a la costocondritis, pero en esta la situación se presenta con el cartílago de las costillas y podría ser una enfermedad crónica.

Los Síntomas del síndrome de tietze son

  • Dolor en el pecho.
  • sensibilidad
  • Dolor al toser.
  • Sensación de ardor cuando se toca el área del pecho.
  • Crece el tamaño de la unión entre el esternón y las costillas, y dolor al tocar la misma.
  • Inflamación que empeora al tocar.
  • Inflamación que empeora al toser.

¿Qué causa el síndrome de tietze?

El síndrome de tietze no tiene causas confirmadas debido a que la verdad no tiene un consenso medico dedicado a eso, aun así existen algunas posibles causas como:

Radio terapia:

La radio terapia en el pecho suele tener el síndrome de tietze como efecto secundario, esto no quiere decir que se dará inmediatamente después, podría tardar años en aparecer, incluso podría simplemente no aparecer.

Estrés:

En general el estrés es la causa de muchas enfermedades y esto es debido a que aunque no lo creamos el estrés hace que nuestro organismo reaccione de alguna manera específica.

El flujo de sangre no es el correcto por lo tanto nuestro corazón se reciente, lo que hace que el sistema de alarma se dispare de una manera frecuente. Si sometemos a nuestro organismo constantemente a estas funciones nuestro cuerpo pasara factura de manera inmediata o a largo plazo, dependiendo del organismo, por lo tanto el síndrome de tietze no es la única enfermedad producida por el estrés.

Esfuerzo físico:

Esta enfermedad suele relacionarse con lesiones muy leves como las ocasionadas por una tos prolongada, ataques de risa, estornudos, golpes en el pecho. Por lo tanto, hay muchas lesiones leves a las que podría relacionársele. Lo curioso del síndrome de tietze es que se han diagnosticado mundialmente en muchos más jóvenes que en adultos.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de Tietze?

No existe una prueba que sea únicamente para su diagnóstico, por lo tanto es necesario diagnosticarse descartando otras enfermedades con las que podría confundirse el síndrome de Tietzer, debido a que los síntomas pueden presentarse en otras enfermedades como:

Algunas veces cuando el diagnóstico es incierto se suele proceder a realizar un TAC o gammagrafía ósea para llegar a una conclusión. Es importante saber que el síndrome de Tietze puede durar años evolucionando para llegar a ser una enfermedad crónica.

A veces el síndrome de Tietze suele confundirse con un ataque miocardio, la razón es que los síntomas son bastante similares, sin embargo luego de los estudios clínicos se descarta por completo que el paciente este sufriendo algún ataque al corazón, aun así este síndrome podría ser tan molesto y doloroso que de una manera muy simple puede convertirse en una discapacidad para el paciente.

¿Cuál es el tratamiento adecuado para el síndrome de Tietze?

  • Poner bolsas de hielo en la zona afectada podría ayudarte a combatir el dolor y la inflamación provocados por el síndrome de Tietze.
  • También puedes utilizar parches con efectos analgésicos para disminuir de forma notoria el dolor.
  • Algunas personas han utilizado vacunas de cortisona para tratar el dolor y la inflamación con enfermedades óseas.
  • Aplicar calor local en el área del dolor también ayudara a eliminarlo.
  • Debido a que el movimiento y la actividad física aumentan el dolor, es recomendable guardar reposo.
  • Estudios comprobaron que la fisioterapia movha y la laserterapia son muy útiles para reducir el dolor que produce este síndrome.
  • En los casos más difíciles se recurre a inyectar antiinflamatorios directamente en la zona afectada y si finalmente no funciona, se procede a extirpar mediante una cirugía.