Cómo aprender a aceptar las emociones sin reprimirlas

A todas las personas nos gusta sobre todo experimentar buenas sensaciones, y la felicidad es algo que todo el mundo anhela. Sin embargo, en nuestro repertorio de sensaciones, emociones y sentimientos, es necesario e imprescindible pasar por multitud de estados, tanto agradables como desagradables.

Los beneficios de saber aceptar las emociones y no reprimirlas

Muchas de las emociones que vivimos como desagradables se les ha puesto el calificativo de “emociones negativas”. Pero ¿existen realmente sensaciones, sentimientos y emociones que sean negativas?

Si entendemos algo como negativo, nuestra tendencia natural será rechazarlo, y por lo tanto no aceptaremos dicho estado. Este es uno de los principales problemas para que no lleguemos a gestionar bien nuestras emociones

¿Reprimir o aceptar tus emociones?

Sin duda alguna, en nuestra sociedad hemos aprendido a reprimir las emociones que nos resultan incomodas o hemos tachado de “negativas”. Es algo natural si hemos entendido las emociones de una perspectiva de emociones buenas emociones malas. Esta forma de ver y entender las emociones es lo que hace que no sepamos cómo abordarlas y nos acaben controlando.

Para una buena gestión emocional reprimir las emociones no debe ser una opción. La represión emocional provoca exactamente lo contrario de lo que vamos buscando. Estas son algunas de las consecuencias de reprimir las emociones:

  • Las emociones que percibimos como incomodas y desagradables se estancan y no fluyen hacia otros estados.
  • Mantenemos pensamientos que siguen alimentando estas emociones que no queremos experimentar, entrando en un bucle difícil de salir.
  • Cuanto más rechazamos algo más pensamos en ello, y por lo tanto más controla nuestras vidas.
  • Al reprimir estamos dejando de escuchar nuestras emociones que, por encima de todo, son adaptativas y nos están dando indicaciones de algo que no está funcionando bien.

Aceptar tus emociones implica darles un espacio para escucharlas y atenderlas. De esta forma obtendrás información valiosa para conocerte mejor, y saber cuáles son tus dificultades, incomodidades, miedos, etc.

¿Qué consecuencias tiene que aceptes tus emociones?

Las consecuencias en este caso son muy beneficiosas, al comprender mejor que tus emociones forman parte de ti, entenderás que no son positivas ni negativas, simplemente son estados de cómo tú te encuentras ante determinadas circunstancias. No hay nada que reprimir, sino más bien hay que atender, escuchar y comprender.

Estas son algunas de las consecuencias de que atiendas y aceptes tus emociones:

  • Mejor gestión emocional, para que las emociones no limiten ni sean un estorbo en tus experiencias.
  • Autoaceptación, reconocimiento y autoconocimiento, lo cual mejora tu autoestima y seguridad.
  • Permite conectarte mejor contigo mismo, de una manera más auténtica y honesta.
  • Ante adversidades y situaciones difíciles podrás aprender de tus experiencias y, por ende, tener un mayor crecimiento personal.

Una vez que has aceptado que tú eres responsable de la emoción que experimentas, entonces estás enriqueciendo tus vivencias, y te haces cargo de lo que vives a cada momento.

Siendo así el protagonista de tu propia vida. Es en ese momento, cuando ya puedes decidir lo que hacer con cada emoción y sentimiento que te aparezca, sin importar lo desagradable que resulte.