Cuando pensamos en un infarto, la imagen típica que nos viene a la mente es la de un hombre experimentando un intenso dolor en el pecho.
Sin embargo, las mujeres también pueden sufrir ataques cardíacos, y de hecho, tienen un 50% más de probabilidades que los hombres de recibir un diagnóstico erróneo en relación a los problemas coronarios. Por eso es crucial reconocer los síntomas previos al infarto a tiempo.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Arkansas revela que cerca del 40% de las mujeres experimentan síntomas de indigestión antes de sufrir un infarto agudo de miocardio.
Este estudio, publicado en la revista Circulation, muestra cómo la indigestión es un síntoma común en las mujeres durante el mes anterior al evento cardíaco.
El objetivo de la investigación fue describir con precisión los síntomas de enfermedad coronaria en las mujeres, a fin de tener una imagen completa de las señales de advertencia.
Según los investigadores, la descripción actual de los síntomas cardíacos se basa principalmente en la experiencia de hombres blancos de mediana edad, lo que contribuye a malentendidos tanto entre médicos como entre el público en general.
Esta falta de conocimiento puede llevar a diagnósticos inexactos y a un retraso en la búsqueda de tratamiento por parte de las mujeres.
Estudios previos ya habían revelado que entre el 85% y el 90% de las mujeres identificaron diferentes síntomas en el período previo a un ataque al corazón. Los cinco síntomas más comunes reportados por las mujeres durante el mes anterior al evento fueron: fatiga inusual (71%), alteración del sueño (48%), dificultad para respirar (42%), indigestión (39%) y ansiedad (36%).
Durante el ataque al corazón, las mujeres informaron haber experimentado dificultad para respirar (58%), debilidad (55%), fatiga inusual (43%), sudor frío (39%) y mareos (39%).
Estos hallazgos demuestran la importancia de estar alerta a los síntomas previos al infarto en las mujeres, y de brindar una mayor educación y conciencia sobre las señales de advertencia específicas para ellas.
Reconocer estos síntomas puede ayudar a garantizar una detección temprana y un tratamiento adecuado, lo que a su vez puede salvar vidas.
