Estos son los primeros síntomas que se presentan por cálculos en la vesícula

Los cálculos biliares, también conocidos como litiasis vesicular, son pequeñas partículas sólidas que se forman en la vesícula biliar, un pequeño órgano debajo del hígado. Estos cálculos pueden ser asintomáticos durante un largo período; sin embargo, cuando bloquean el conducto biliar, pueden causar una serie de síntomas desagradables.

Primeros síntomas de los cálculos renales

Según estudios médicos, identificar los primeros síntomas es crucial para un tratamiento adecuado y para evitar complicaciones más graves (Portincasa et al., 2006).

1. Dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen

El dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen es uno de los signos clínicos más reveladores de los cálculos biliares. Aunque puede presentarse en diversos grados de intensidad, suele ser agudo y punzante, a menudo descrito por los pacientes como un dolor «intolerable».

Este malestar abdominal específico se debe a la obstrucción que causan los cálculos cuando bloquean los conductos biliares, provocando una acumulación de bilis en la vesícula. Esta acumulación genera una presión sobre las paredes de la vesícula, lo que conduce al dolor referido.

Un aspecto distintivo de este dolor es su capacidad para irradiar a otras áreas del cuerpo. No es raro que los pacientes describan una sensación de dolor que se extiende hacia la espalda, específicamente la región escapular, o incluso hacia el hombro derecho. Esto se debe a la naturaleza de las terminaciones nerviosas en la región abdominal y su capacidad para transmitir sensaciones dolorosas a áreas distales.

Adicionalmente, es importante mencionar que este dolor puede ser desencadenado o intensificado por la ingesta de ciertos alimentos. En particular, los alimentos grasos o picantes suelen ser desencadenantes comunes, ya que estimulan la liberación de bilis, lo que puede aumentar la presión dentro de una vesícula obstruida (Everhart & Ruhl, 2009).

2. Indigestión y otros problemas digestivos

La presencia de cálculos biliares puede alterar significativamente la función normal del sistema digestivo. Una de las manifestaciones más comunes es la indigestión. Los pacientes a menudo describen una sensación de malestar después de comer, acompañada de distensión abdominal, gases y eructos. Esta indigestión se debe a la incapacidad del sistema para digerir adecuadamente los alimentos, especialmente aquellos ricos en grasas, debido al flujo restringido de bilis al intestino.

La bilis desempeña un papel crucial en la emulsión y digestión de las grasas. Cuando su liberación es obstaculizada por cálculos biliares, puede surgir una intolerancia a los alimentos grasos.

Esta intolerancia se presenta con síntomas de indigestión, plenitud después de las comidas y, en ocasiones, náuseas. Según un estudio llevado a cabo por Shaffer (2006), estos síntomas digestivos, especialmente la intolerancia a los alimentos grasos, son indicativos de la presencia de cálculos en la vesícula y deben ser motivo de consulta con un especialista para una evaluación adecuada.

3. Náuseas y vómitos

Las náuseas y los vómitos son síntomas que pueden surgir en numerosas condiciones médicas, pero su asociación con los cálculos biliares es particularmente significativa. Los episodios de dolor intenso, típicamente conocidos como cólicos biliares, resultantes de la obstrucción causada por las piedras en el conducto biliar, pueden ir acompañados de estas manifestaciones gastrointestinales.

La razón detrás de las náuseas y los vómitos es la respuesta del cuerpo al bloqueo temporal del flujo de bilis. La bilis, que desempeña un papel crucial en la digestión, cuando no puede ser liberada adecuadamente debido a una obstrucción, causa una serie de alteraciones en el sistema digestivo, lo que lleva a la aparición de náuseas y posiblemente vómitos (Stinton & Shaffer, 2012).

4. Ictericia

La ictericia se refiere a la coloración amarillenta de la piel, las mucosas y el blanco de los ojos. Esta coloración es el resultado de niveles elevados de bilirrubina en la sangre. La bilirrubina es un pigmento que se produce durante la descomposición normal de los glóbulos rojos. Normalmente, el hígado procesa la bilirrubina para que pueda ser eliminada del cuerpo.

Sin embargo, cuando un cálculo bloquea completamente el conducto biliar, este proceso se interrumpe. Como resultado, la bilirrubina no solo se acumula en la vesícula, sino también en la sangre y en los tejidos circundantes, lo que provoca la ictericia (Chen & Yeh, 2016).

5. Heces de color arcilla

Un cambio notable en el color y la consistencia de las heces puede ser un signo revelador de un problema en el flujo de bilis. La bilis, entre otras funciones, ayuda en la digestión de las grasas y le da a las heces su color marrón característico.

Si la bilis no puede llegar al intestino debido a un bloqueo en el conducto biliar, las heces pueden volverse más claras, tomando una apariencia pálida o de color arcilla. Además de ser un signo de cálculos biliares, estas heces descoloridas pueden indicar otros problemas hepáticos o biliares y, por lo tanto, no deben ser ignoradas (Venneman & van Erpecum, 2010).

6. Orina oscura

La orina oscura es otro síntoma potencialmente indicativo de cálculos biliares. Como se mencionó anteriormente, la bilirrubina elevada es una consecuencia común del bloqueo del conducto biliar.

Cuando se acumula en el sistema, los riñones pueden comenzar a filtrar el exceso de bilirrubina, lo que lleva a una orina más oscura. Esta orina puede tener un color marrón oscuro o ámbar y, a menudo, es el primer indicativo de un problema hepático o biliar antes de que la piel o los ojos comiencen a mostrar signos de ictericia (Lammert et al., 2016).

7. Fiebre y escalofríos

La fiebre y los escalofríos son síntomas graves que pueden indicar una complicación de la litiasis vesicular conocida como colecistitis aguda. Esta es una inflamación de la vesícula biliar, que puede ser causada por una infección secundaria o una obstrucción prolongada.

En presencia de fiebre y escalofríos, junto con otros síntomas mencionados anteriormente, se debe buscar atención médica inmediatamente. No sólo indica la presencia de cálculos biliares, sino que sugiere que la condición ha progresado y se necesita intervención médica urgente para prevenir complicaciones adicionales (Everhart & Ruhl, 2009).

Conclusión

La identificación temprana de los síntomas asociados a los cálculos biliares es esencial para evitar complicaciones y garantizar un tratamiento adecuado.

Si experimenta alguno de estos síntomas, especialmente si son recurrentes o intensos, es crucial buscar atención médica. Con las herramientas diagnósticas y tratamientos actuales, la mayoría de las personas con cálculos biliares pueden ser tratadas eficazmente.

Referencias:

  1. Chen, J., & Yeh, J. Z. (2016). Gallstone Disease. Journal of Gastrointestinal Surgery.
  2. Everhart, J. E., & Ruhl, C. E. (2009). Burden of digestive diseases in the United States Part III: Liver, biliary tract, and pancreas. Gastroenterology.
  3. Lammert, F., et al. (2016). Gallstones. Nature Reviews Disease Primers.
  4. Portincasa, P., Moschetta, A., & Palasciano, G. (2006). Cholesterol gallstone disease. Lancet.
  5. Shaffer, E. A. (2006). Gallstone disease: Epidemiology of gallbladder stone disease. Best Practice & Research Clinical Gastroenterology.
  6. Stinton, L. M., & Shaffer, E. A. (2012). Epidemiology of gallbladder disease: Cholelithiasis and cancer. Gut and Liver.
  7. Venneman, N. G., & van Erpecum, K. J. (2010). Pathogenesis of gallstones. Gastroenterology Clinics of North America.