El corazón es el órgano más importante del cuerpo humano, ya que se encarga de bombear la sangre que transporta el oxígeno y los nutrientes a todas las células.

Sin embargo, el corazón también puede sufrir enfermedades y problemas que afectan su funcionamiento y ponen en riesgo la vida.
Uno de los más graves es el infarto de miocardio, que ocurre cuando se obstruye una arteria coronaria y se produce la muerte de una parte del músculo cardíaco.
El infarto de miocardio es una emergencia médica que requiere atención inmediata, ya que puede provocar daños irreversibles en el corazón e incluso la muerte.
Señales que da el corazón cuando está a punto de colapsar
Por eso, es fundamental conocer las señales que da el corazón cuando está a punto de colapsar y actuar con rapidez. Estas son algunas de las más comunes:
- Dolor o presión en el pecho: es el síntoma más típico y suele ser intenso, opresivo y persistente. Puede irradiarse al brazo izquierdo, al cuello, a la mandíbula o a la espalda.
- Falta de aire o dificultad para respirar: se debe a que el corazón no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo y los pulmones se congestionan.
- Sudoración fría o palidez: son signos de que el organismo está en estado de shock y trata de compensar la falta de oxígeno.
- Náuseas o vómitos: pueden deberse a la alteración del sistema nervioso autónomo o a la irritación del diafragma por el dolor torácico.
- Mareos o desmayos: se producen por la disminución del flujo sanguíneo al cerebro y la pérdida de conciencia.
- Palpitaciones o arritmias: son alteraciones del ritmo cardíaco que pueden ser percibidas por el paciente o detectadas por un electrocardiograma.
Ante cualquiera de estos síntomas, es imprescindible llamar al servicio de emergencias y seguir sus indicaciones. No se debe esperar a que el dolor pase ni automedicarse, ya que puede empeorar la situación.

Tampoco se debe conducir ni trasladarse por cuenta propia al hospital, sino esperar a la ambulancia. Mientras tanto, se debe mantener al paciente tranquilo, sentado o acostado con las piernas elevadas y aflojarle la ropa.
El tratamiento del infarto de miocardio consiste en restablecer el flujo sanguíneo al corazón lo antes posible, mediante fármacos que disuelven los coágulos (trombolíticos) o mediante una intervención quirúrgica que abre las arterias obstruidas (angioplastia).
Además, se administran medicamentos para aliviar el dolor, controlar la presión arterial y prevenir las complicaciones.
La prevención del infarto de miocardio pasa por adoptar hábitos saludables que reduzcan los factores de riesgo cardiovascular, como dejar de fumar, controlar el colesterol y la diabetes, hacer ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada y evitar el estrés.
Asimismo, se recomienda realizar chequeos periódicos y consultar al médico ante cualquier duda o molestia.
El corazón es un órgano vital que debemos cuidar y proteger. Presta atención a las señales que da cuando está en peligro y actúa con prontitud. Tu vida puede depender de ello.