Síntomas de sarampión y sus principales signos

El sarampión es una enfermedad muy antigua, extremadamente contagiosa y grave, causada por el virus del sarampión, el cual pertenece a la familia de los paramixovirus. El sarampión pertenecía a los problemas típicos de los infantes, pero cada vez más adolescentes y adultos pueden padecerlo. En ambos grupos, el curso de la enfermedad suele ser más difícil de tratar que en los niños pequeños.

Síntomas de sarampión en un niño

Cómo se contrae y trasmite el sarampión

Se transmite principalmente a través de las gotitas de saliva expelidas al hablar, toser y al estornudar, durante contacto personal íntimo o cuando hay contacto directo con secreciones nasales o de la faringe que se encuentren infectadas. De esta manera, el virus infecta el tracto respiratorio y posteriormente se extiende al resto del organismo.

Es importante saber que el virus se puede conseguir también en fómites, es decir superficies u objetos (Pañuelos, ropa, manijas de puertas, etc.) que portan el virus y son capaces de transmitirlo. El sarampión puede permanecer hasta dos horas vivo fuera de un organismo y puede ser transmitido por un individuo infectado desde cuatro días antes hasta cuatro días después de la aparición de los síntomas.

El sarampión, representa un gran problema de salud pública, especialmente en países en vías de desarrollo en donde no existe un plan de vacunación adecuado, es una enfermedad que afecta solo a los humanos y  que no se presenta en los animales.

A  nivel mundial, esta virosis constituye una de las principales causas de muerte de niños pequeños y antes de la creación de la vacuna en  1963 se estima que cerca de dos millones de personas fallecían anualmente a causa de esta enfermedad.

Existen un conjunto de factores de riego que elevan las probabilidades de contraer este virus, dentro de los cuales conseguimos:

  • Niños no vacunados.
  • Mujeres embarazadas no vacunadas.
  • En general cualquier persona que no esté vacunada contra el virus tiene la probabilidad de contraerlo.
  • Población de países en vía de desarrollo (algunas regiones de África, Asia y América latina).
  • Países que han sufrido desastres naturales o que se encuentran en conflictos (Tsunamis, terremotos, inundaciones, guerras, etc.).

Estos dos últimos ítems debido a que no existe un buen control sanitario y vacunación adecuada.

Síntomas y Signos del sarampión

El sarampión posee un curso natural de la enfermedad muy específico, durante el periodo de incubación del virus, no suelen haber manifestaciones clínicas, este periodo puede durar de una a dos semanas.

Posteriormente los síntomas inespecíficos de la virosis surgen, el paciente presentará fiebre leve o moderada, rinorrea o secreción nasal, tos, dolor de garganta y dolor en los ojos que en algunas ocasiones puede deberse a conjuntivitis. Otro signo patognomónico de sarampión y que se evidencia durante esta fase, son las manchas de Koplik que no son más que pequeñas manchas blanquecinas que aparecen en el interior de las mejillas en las etapas iniciales de esta enfermedad.

Seguido del periodo de enfermedad aguda y erupción cutánea, durante la cual surgen en la piel pequeños puntos rojos con relieve, el eritema inicia detrás de las orejas, se extiende a rostro, cuello, tronco y extremidades siguiendo ese orden, no es pruriginoso, es decir que no produce escozor a diferencia de otros virus como la varicela. La fiebre se eleva a 40 – 41 grados centígrados y suele durar de 2 a 5 días. Al desaparecer, también lo hace progresivamente, comenzando por el rostro, cuello tronco y extremidades. En pacientes inmunocomprometidos con respuesta celular débil no se produce el exantema y suele cursar con síntomas respiratorios y gastrointestinales.

Por último tenemos el periodo de convalecencia, durante el cual el paciente no presenta ningún síntoma además de la descamación de la piel.

Es importante destacar que existe un periodo de contagio, el cual se puede extender desde los cinco días antes de que inicien las manifestaciones clínicas y cinco días después de que las mismas desaparecen.

En pocas palabras, los signos y síntomas más comunes del sarampión son:

  • Fiebre;
  • Tos seca;
  • Rinorrea hialina anterior o moqueo nasal;
  • Dolor de garganta;
  • Dolor al tragar;
  • Conjuntivitis;
  • Dolor ocular;
  • Manchas de Koplik;
  • Erupción cutánea característica.

Se pueden sumar al cuadro signos y síntomas de complicaciones de dicha patología, como el dolor de oído al estar en presencia de otitis aguda o infecciones en los oídos que debido a la inflamación provocaran dolor en dicho órgano.

Otras complicaciones de gran importancia son la bronquitis o laringitis, neumonía, encefalitis y disminución del recuento plaquetario que podría ocasionar alteraciones hemodinámicas.

También son frecuentes los problemas en el curso del embarazo en caso de presentarse durante este, provocando pérdidas del embarazo o partos pretermito, poniendo en riesgo la vida del bebe.

Por esto es de gran importancia que visites a tu doctor en caso de  presentar algunos de los síntomas antes mencionados o si sospechas de que tú, tu hijo o alguien de tu familia ha contraído Sarampión, para actuar de manera oportuna y evitar las posibles complicaciones.