La eyaculación precoz es un problema sexual que ocurre cuando la eyaculación y el orgasmo ocurren antes de que comience la penetración o inmediatamente después, causando una sensación de acto no consumado por parte de ambos.
Esta es una condición muy común entre los hombres, de hecho le sucede a 1 de cada 3 hombres sexualmente activos. Produce baja autoestima, ansiedad, nerviosismo, pérdida de confianza e insatisfacción sexual en ambos miembros de la pareja.
Causas de la eyaculación precoz
Las principales causas de este problema son de carácter psicológico, aunque en algunos casos pueden ser consecuencia de un trastorno físico y, en cualquier caso, es necesario determinar el origen y ponerlo en manos de un especialista.
Para tratar esta afección, se suele recomendar una serie de ejercicios y técnicas para ayudar a retrasar el clímax.
Se considera que el hombre eyacula prematuramente cuando la eyaculación no se puede controlar y ocurre antes o inmediatamente después de la penetración. Esta situación se puede clasificar como:
- Eyaculación precoz primaria: Se inicia en la adolescencia y se prolonga en el tiempo, por lo que la persona afectada no puede mantener una relación sexual en la que logre controlar la eyaculación.
- Eyaculación precoz secundaria: ocurre en cualquier momento y ocurre en hombres que hasta ahora podían controlar la eyaculación y tener relaciones sexuales normales. Existen varias causas de la eyaculación precoz y, entre ellas, se encuentran las que se enumeran a continuación.
Causas psicológicas:
- Depresión.
- Ansiedad y nerviosismo
- Estrés.
- Pérdida de confianza.
- Problemas en la pareja.
- El miedo a la insatisfacción de una mujer o la recurrencia de una mala experiencia sexual.
Ejercicios para prevenir la eyaculación precoz
Para prevenir la eyaculación precoz, por supuesto, una de las alternativas más efectivas es realizar una serie de ejercicios que ayuden a retrasar el clímax y ofrecer una relación sexual más satisfactoria y plena. Para obtener resultados, es muy importante ser regular en su implementación.
1. Aprender a conocer el placer previo al orgasmo
Uno de los mejores ejercicios para retrasar la eyaculación es aprender a reconocer el placer que sientes antes de llegar al orgasmo y a controlar la sensibilidad de tu pene. Con esto conocerás mucho mejor el momento en el que vas a eyacular y podrás terminar la relación de forma anticipada. Los pasos que debes seguir para hacer esto son:
Empieza a masturbarte, pero concéntrate solo en el placer y no en el hecho de que deseas controlar la eyaculación. Antes de alcanzar el clímax, deja de masturbarte. Relájate unos segundos. Cuando la necesidad de eyaculación disminuya, continúa masturbándote.
2. Ejercicio de respiración
Cuando se acerca el clímax, aumenta la frecuencia cardíaca y se acelera la respiración, por lo que aprender a controlar la respiración también es una buena manera de reducir el pulso y ganar control de la eyaculación. Solo tienes que aprender a respirar profundo y relajado, exhalar por la nariz durante 3 segundos e inhalar por la boca durante 3 segundos de más.
3. Los ejercicios de Kegel
El ejercicio de los músculos pélvicos con la técnica de Kegel ayuda a fortalecer esta zona y a controlar la eyaculación con mayor facilidad.
Para localizar estos músculos, es mejor que durante la micción intentes detener el flujo de orina. Una vez identificado, el ejercicio de Kegel debe realizarse contrayendo estos músculos durante unos segundos y luego relajándose nuevamente. Puede hacer unas 20 repeticiones varias veces al día.
4. Ejercicio durante la penetración
El perineo es el área entre los testículos y el ano, y si se presiona con fuerza durante una relación sexual, puede ayudar mucho a durar más tiempo en la cama y retrasar el clímax.
Este ejercicio se puede realizar con la ayuda de la pareja durante las relaciones sexuales. Entonces, cuando el hombre siente que va a eyacular, la mujer tiene que presionar con fuerza el perineo de su pareja para evitar la eyaculación.
Es importante presionar la zona y no masajear, ya que entonces podría producirse el efecto contrario y aumentar las sensaciones placenteras de la persona.
