Así afecta a la salud de tu cerebro la exposición al mercurio en el pescado

La ingesta de pescado es conocida por sus beneficios para la salud, especialmente por ser una excelente fuente de proteínas y ácidos grasos omega-3.

Sin embargo, algunos tipos de pescado también pueden contener niveles significativos de mercurio, un metal pesado que puede tener efectos perjudiciales en la salud, especialmente en el cerebro.

¿Qué es el mercurio y cómo llega al pescado?

El mercurio es un metal pesado que se encuentra naturalmente en el medio ambiente, pero también puede ser liberado por actividades humanas como la quema de carbón y la minería.

Una vez en el agua, el mercurio se convierte en metilmercurio, una forma altamente tóxica que se acumula en los organismos marinos, especialmente en los peces grandes y depredadores.

Efectos del mercurio en el cerebro

Una vez dentro del cuerpo, el mercurio puede afectar la función cerebral, causando síntomas como problemas de memoria, cambios de humor, dificultades de concentración y trastornos del desarrollo en el caso de exposiciones tempranas en la vida.

Neurotoxicidad

El metilmercurio tiene la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica, lo que significa que puede ingresar al cerebro y afectar su funcionamiento.

Una vez allí, el mercurio puede interferir con la función de las células cerebrales y causar daño neuronal, lo que puede provocar una variedad de problemas de salud, especialmente en el desarrollo neurológico de fetos y niños pequeños.

Desarrollo cognitivo

La exposición prenatal al mercurio a través del consumo de pescado contaminado puede tener efectos adversos en el desarrollo cognitivo y la función cerebral de los niños.

Estudios han demostrado que los niños nacidos de madres con niveles elevados de mercurio en sangre tienden a tener peores resultados en pruebas de inteligencia y habilidades cognitivas.

Problemas de memoria y atención

La exposición crónica al mercurio en adultos también se ha asociado con problemas de memoria, atención y función ejecutiva.

Un estudio publicado en Environmental Health Perspectives encontró que la exposición al mercurio estaba relacionada con un peor rendimiento en pruebas de función cognitiva, especialmente en tareas que requieren atención y memoria a corto plazo.

Enfermedades neurodegenerativas

Además de afectar el desarrollo y la función cerebral en etapas tempranas de la vida, la exposición al mercurio también se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas en la edad adulta, como la enfermedad de Alzheimer y el Parkinson.

Si bien la investigación sobre este tema aún está en curso, varios estudios han encontrado asociaciones entre la exposición al mercurio y el riesgo de estas enfermedades.

Conclusiones

Si bien el pescado es una fuente importante de nutrientes esenciales, es importante tener en cuenta los niveles de mercurio al elegir qué tipos de pescado consumir, especialmente para mujeres embarazadas, madres lactantes y niños pequeños, que son más vulnerables a los efectos del mercurio en el cerebro en desarrollo.

Optar por pescados más pequeños y de agua fría, que tienden a tener niveles más bajos de mercurio, puede ayudar a reducir la exposición a este metal pesado mientras se disfrutan de los beneficios nutricionales del pescado.

Además, limitar el consumo de pescado con niveles más altos de mercurio, como el pez espada, el tiburón y el atún grande, también puede ser una medida preventiva importante para proteger la salud cerebral.