Así llega el fentanilo a Estados Unidos: las rutas ocultas

El plan del expresidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles a productos de México, Canadá y China tenía como objetivo frenar el flujo ilícito de fentanilo hacia Estados Unidos. Este opioide sintético ha sido señalado como el responsable de aproximadamente 70,000 muertes por sobredosis anuales en el país.

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Como respuesta, México acordó desplegar 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera con Estados Unidos para evitar la imposición de aranceles. Por su parte, Canadá también alcanzó un acuerdo con Trump para retrasar una guerra comercial y tomar medidas adicionales contra el tráfico de fentanilo. Mientras tanto, China ha mostrado resistencia a modificar su postura y ha amenazado con represalias comerciales ante cualquier sanción estadounidense.

¿Qué es el fentanilo?

El fentanilo es un opioide sintético muy potente, entre 50 y 100 veces más fuerte que la morfina. Se usa médicamente para tratar dolores intensos, pero también se consume ilegalmente y es responsable de muchas sobredosis debido a su alta potencia.

El origen del fentanilo y su ruta hacia EE.UU.

El fentanilo se produce a partir de precursores químicos fabricados principalmente en China, los cuales son utilizados tanto por empresas farmacéuticas legítimas como por cárteles del narcotráfico. Los cárteles de Sinaloa y Jalisco adquieren estos compuestos, los procesan en laboratorios clandestinos en México y posteriormente trafican el opioide hacia Estados Unidos.

Las principales rutas de tráfico incluyen:

  • Cruces terrestres en California y Arizona, donde el fentanilo es transportado en pequeñas cantidades, lo que dificulta su detección.
  • Desde Canadá, aunque en menor medida; en el último año fiscal, las autoridades estadounidenses incautaron 19.5 kg en la frontera con Canadá, frente a los 9,570 kg decomisados en la frontera mexicana.

El incremento de las incautaciones bajo la administración de Joe Biden podría indicar una mejora en los mecanismos de detección.

Reacción ante las amenazas arancelarias

Tras la advertencia de aranceles por parte de Trump, México intensificó sus operativos y anunció en diciembre la mayor redada de fentanilo en su historia, con un decomiso de más de una tonelada de pastillas. Este cambio contrasta con la política de la administración anterior, cuando Andrés Manuel López Obrador negó la existencia de laboratorios de fentanilo en México.

Además, México y Estados Unidos llegaron a un acuerdo en el que Washington se comprometió a reforzar el control del tráfico de armas hacia México, mientras que la Guardia Nacional mexicana incrementó su presencia en la frontera.

Por su parte, el primer ministro canadiense Justin Trudeau evitó la imposición de aranceles al comprometerse a:

  • Invertir 1,300 millones de dólares en seguridad fronteriza.
  • Implementar nuevas herramientas de detección química en los puertos de entrada.
  • Nombrar un “zar del fentanilo” y clasificar a los cárteles mexicanos como grupos terroristas.
  • Crear una Fuerza de Trabajo Conjunta con EE.UU. para combatir el tráfico de drogas y el lavado de dinero.

China, por su parte, ha defendido sus esfuerzos en la lucha contra el fentanilo, aunque su cooperación con EE.UU. ha sido intermitente y no considera la crisis del fentanilo como una prioridad dentro de su territorio.

¿Qué tan efectivas son estas medidas?

A diferencia de drogas como la heroína y la cocaína, el fentanilo es un opioide sintético que puede ser producido rápidamente y a bajo costo en laboratorios clandestinos, lo que hace que su control sea más complicado.

Mike Vigil, exdirector de operaciones internacionales de la DEA, advirtió que el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera mexicana, por sí solo, no reducirá significativamente el tráfico de fentanilo. Según Vigil, las drogas son transportadas en compartimentos secretos de vehículos y camiones de carga, por lo que mejorar la tecnología de detección es clave.

Además, Vigil enfatizó que el problema del fentanilo no podrá resolverse sin abordar la alta demanda en Estados Unidos. Mientras exista un mercado de consumo, siempre habrá organizaciones dispuestas a proveer la droga, ya sea desde México, Canadá u otros países.

En resumen

El tráfico de fentanilo es un problema complejo que involucra múltiples actores internacionales. A pesar de los esfuerzos de México, Canadá y Estados Unidos, la producción y distribución de esta droga sigue en aumento, impulsada por la alta demanda y la facilidad de fabricación en laboratorios clandestinos.

El endurecimiento de las medidas de seguridad y cooperación internacional podría ralentizar el tráfico, pero sin abordar las causas estructurales del consumo, el problema persistirá. La lucha contra el fentanilo requiere un enfoque integral, que combine seguridad, prevención y tratamiento del abuso de sustancias.

Proceso