La disfunción eréctil es la incapacidad de mantener adecuadamente una erección en un hombre. Un problema de erección que ocurre de vez en cuando no es necesariamente un motivo de preocupación, pero si la disfunción eréctil es un problema continuo, puede causar estrés, afectar su autoestima y crear problemas en la relación.
Estos problemas también pueden ser un signo de una afección subyacente que necesita tratamiento; por lo general, la disfunción eréctil es un factor de riesgo de enfermedad cardíaca.
La excitación sexual en los hombres es un proceso que involucra el cerebro, las hormonas, los nervios y los vasos sanguíneos. La disfunción eréctil puede resultar de un problema en cualquiera de ellos. Además, el estrés puede causar o empeorar la afección.
Causas de la disfunción eréctil
Con la edad, una erección puede tardar más en ser provocada y disminuir el tiempo en que el pene permanece erecto y varios factores pueden contribuir a ella, tales como:
Condiciones médicas como diabetes o enfermedades cardíacas;
- Colesterol alto;
- Testosterona baja;
- Fumar;
- El exceso de peso y sobre todo si la persona padece obesidad;
- Lesión que puede dañar los nervios que controlan la erección o los vasos sanguíneos;
- Ansiedad y depresión;
- Consumo de alcohol.
¿Cómo se trata de forma natural?
El médico puede recetar un tratamiento dependiendo del grado de disfunción eréctil. En caso de que la disfunción se deba a factores psicológicos, es necesario derivar a otro especialista o institución de salud mental. Una erección normal se puede mantener de forma natural, mientras que ayudará significativamente si se toman decisiones saludables en la vida.
1. Sigue una dieta saludable
Debes prestar atención a tu salud vascular siguiendo una dieta saludable. La presión arterial alta, el azúcar en sangre alto, el colesterol alto y los triglicéridos altos pueden dañar los vasos sanguíneos.
Limita la sal o los alimentos salados para bajar la presión arterial. También limita el azúcar y los carbohidratos simples para reducir el azúcar en la sangre, lo que daña los vasos sanguíneos.
En un estudio estadounidense llamado Massachusetts Male Aging Study, consumir una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y pescado, con menos carnes rojas y procesadas y semillas procesadas, redujo el riesgo de disfunción eréctil. Además, la investigación sugiere que comer alimentos con alto contenido de flavonoides, un tipo de antioxidante, puede ayudar.
Un estudio de 2018 en hombres de 18 a 40 años mostró que aquellos que consumían al menos 50 mg de flavonoides al día tenían un 32% menos de probabilidades de tener disfunción eréctil.
2. Consume más L-arginina
La L-Arginina es un aminoácido que ayuda en la producción de óxido nítrico. El óxido nítrico relaja los vasos sanguíneos y facilita la erección exitosa. En un estudio, el 31% de los hombres con disfunción eréctil que recibieron 5 gramos de L-arginina por día mostraron una mejora significativa.
La L-arginina se tolera bien y es segura como suplemento dietético. Un segundo estudio mostró que la L-arginina en combinación con el producto vegetal pycnogenol (un extracto flavonoide de una especie de pino) restauró la capacidad sexual en el 80% de los participantes después de dos meses y en el 92% después de tres meses. Este resultado se caracterizó por una mejora significativa por parte de los investigadores.
3. Ginseng rojo y jugo de granada
Se cree que el ginseng aumenta la producción de óxido nítrico, lo que mejora el flujo sanguíneo. El jugo de granada es un poderoso antioxidante que puede ayudar a prevenir la aterosclerosis, que está implicada como una causa de disfunción eréctil.
Una revisión examinó siete estudios que utilizaron dosis de ginseng de 600 a 1000 mg tres veces al día. Concluyó que había “indicios de la eficacia del ginseng rojo en el tratamiento de la disfunción eréctil“.
Además, se sabe que esta hierba tiene acción antiinflamatoria, mejora la función pulmonar y el flujo sanguíneo, propiedades que pueden reducir la disfunción eréctil.
4. Haz ejercicio aeróbico y con pesas
El ejercicio mejora el flujo sanguíneo, que es vital para una erección fuerte. También mejora la presión arterial y aumenta el óxido nítrico. También puede ayudarte a perder peso. La obesidad aumenta el riesgo de enfermedad vascular y diabetes, dos causas principales de disfunción eréctil.
El exceso de grasa también bloquea las hormonas que pueden ser parte del problema. Todo ejercicio es bueno, por ejemplo, caminar 30 minutos al día puede reducir el riesgo de disfunción eréctil en un 41%, según Harvard Health Publishing. Además, el entrenamiento con pesas puede aumentar tu testosterona.
5. Haz ejercicios de Kegel
Los ejercicios que fortalecen los músculos pélvicos pueden ayudarte mucho, pero tal vez alguien debería mostrarte estos ejercicios. El fortalecimiento de estos músculos aumenta la duración de una erección y reduce el escape de sangre del pene al apretar una vena clave.
El Dr. Arnold Kegel creó por primera vez los ejercicios de Kegel a fines de la década de 1940 para ayudar a las mujeres a recuperar el control de la vejiga después de dar a luz.
Desde entonces, varios estudios han encontrado que los ejercicios de Kegel pueden ayudar a tratar una variedad de afecciones no solo en mujeres sino también en hombres.
El primer paso es encontrar estos músculos. Puede reconocerlos al orinar. Deja de orinar. Los músculos que usa para retener la orina son los músculos del piso pélvico. Una vez que aprenda a reconocer estos músculos, puede practicar sosteniéndolos durante 5 a 20 segundos y luego soltarlos. Puedes repetir este sencillo ejercicio de tres a cuatro veces al día.
6. Evita fumar y limita la ingesta de alcohol
El fumar daña todos los vasos del cuerpo. Un estudio informó que más del 50% de los hombres tienen algún signo de disfunción eréctil después de los 40 años, pero este porcentaje es mayor en los fumadores.
El alcohol también puede provocar disfunción eréctil temporal y de larga duración, aunque no está claro cómo actúa. Una forma puede ser suprimir el sistema nervioso central que es responsable de la liberación de óxido nítrico. Sin embargo, un bajo consumo de alcohol puede no tener consecuencias negativas.
