Beryl se ha convertido en el primer huracán de la temporada en el Atlántico, marcando el inicio de lo que se anticipa será una temporada “inusualmente activa”. El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. ha elevado a Beryl de tormenta tropical a huracán, subrayando que las islas de Barlovento enfrentan un riesgo inminente.
Avisos y precauciones
El Centro Nacional de Huracanes ha emitido un aviso de huracán para Barbados, lo que significa que se esperan condiciones de huracán en menos de 36 horas. De manera similar, se ha dado una advertencia con 48 horas de anticipación para St. Lucia, St. Vincent, las Islas Granadinas y Grenada.
Características actuales de Beryl
Actualmente, Beryl ostenta vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora, con ráfagas que alcanzan mayores intensidades. Se pronostica un fortalecimiento continuo y rápido, y se espera que Beryl se transforme en un huracán mayor y peligroso antes de su llegada a las islas de Barlovento.
Implicaciones de su intensificación temprana
Si Beryl sigue la trayectoria prevista y alcanza la categoría 3, sería uno de los primeros ejemplos de las grandes tormentas pronosticadas por la NOAA para este año.
Michael Lowry, un experto en huracanes, destacó en redes sociales la rareza de este evento, mencionando que sólo se han registrado cinco huracanes importantes (Categoría 3+) en el Atlántico antes de la primera semana de julio. Beryl podría marcar un récord como el sexto y el más temprano en el extremo del Atlántico tropical.
Proyecciones para una temporada muy activa
La NOAA predice una temporada “muy activa”, con la posibilidad de que se desarrollen entre 17 y 25 tormentas con nombre. Estos pronósticos están influenciados por la alta probabilidad de que el fenómeno de La Niña se forme durante la segunda mitad del año, lo que podría modificar ligeramente las dinámicas del cambio climático observadas recientemente.
Investigadores estadounidenses han indicado que hay un 60% de posibilidades de que La Niña se manifieste entre junio y agosto, con un 85% de que persista hasta el otoño boreal, impactando potencialmente el ritmo del calentamiento global.