Asteroide del tamaño del Everest y potencialmente mortal rozará la Tierra y será visible este mes

Asteroide del tamaño del Everest

Aunque el cosmos sigue guardando innumerables enigmas, los asteroides son una constante fuente de interés, especialmente debido al riesgo que representan para la Tierra, sabiendo que existen millones de ellos que podrían colisionar con nuestro planeta.

Continuamente, la Tierra es blanco de asteroides de diversas dimensiones. Aunque la gran mayoría se desintegra al entrar en contacto con nuestra atmósfera, algunos de gran tamaño logran acercarse mucho, ofreciendo un fenómeno celeste que captura la atención de observadores y científicos.

Recientemente, los astrónomos anunciaron un evento notable: el asteroide 2011 UL21, cuyo tamaño se equipara al del Monte Everest, pasará muy cerca de la Tierra el 27 de junio. Este cuerpo celeste es clasificado dentro de la categoría de “asteroides potencialmente peligrosos” y representa uno de los encuentros más cercanos con un asteroide de esta magnitud en los últimos 125 años.

Este gigante cósmico, que completa una órbita alrededor del sol cada 1,130 días, se aproximará a unos 6 millones de kilómetros de nuestro planeta, la distancia más corta en 110 años.

Aunque esta proximidad no representa un peligro inminente—estando más de 17 veces la distancia que nos separa de la Luna—, el evento ofrece una oportunidad única para que aficionados y profesionales de la astronomía observen el asteroide con mayor claridad los días 28 y 29 de junio, cuando estará en su punto más brillante.

Los expertos han seguido de cerca la trayectoria de 2011 UL21 durante meses, asegurándose de que no constituya una amenaza real para nuestro planeta. Aunque se le ha etiquetado como un “asesino de planetas” por su potencial para causar devastación a escala continental y desatar cambios climáticos significativos mediante la cantidad de escombros generados en un posible impacto, estudios recientes del Instituto Tecnológico de Massachusetts han tranquilizado a la población mundial revelando que un asteroide de esta categoría no impactará la Tierra en al menos los próximos mil años.

Esta predicción asegura que, por ahora, nuestro planeta permanece a salvo de una amenaza de tal magnitud.

Este tipo de eventos no solo subraya la importancia de la vigilancia espacial continua, sino que también destaca la capacidad de la comunidad científica para prever y mitigar riesgos potenciales, protegiendo así la vida en nuestro planeta.