Cambio climático: Nueva York ciudad se enfrenta a un aumento del nivel del mar

El nivel del mar aumenta cada vez más en Nueva York

Nueva York es una de las ciudades más emblemáticas y pobladas del mundo, pero también una de las más vulnerables al cambio climático. Su extensa costa, su densa infraestructura y su diversa población la hacen susceptible a los efectos del aumento del nivel del mar, que se prevé que se acelere en las próximas décadas debido al calentamiento global.

¿Qué consecuencias tendrá este fenómeno para la Gran Manzana y qué medidas se pueden tomar para adaptarse y mitigar sus impactos?

¿Por qué sube el nivel del mar?

El nivel del mar no es constante, sino que varía según diversos factores naturales y humanos. Entre los principales factores que contribuyen al aumento del nivel del mar se encuentran:

  • La expansión térmica: el agua se expande al calentarse, ocupando más espacio. El aumento de las temperaturas globales provoca que los océanos se calienten y se dilaten, elevando el nivel del mar.
  • El derretimiento de los glaciares y las capas de hielo: el agua dulce que se libera al derretirse el hielo terrestre se suma al volumen de los océanos, aumentando el nivel del mar.
  • La subsidencia costera: el hundimiento de la tierra debido a procesos geológicos o a la extracción de agua o combustibles fósiles, reduce la altura relativa de la costa respecto al nivel del mar.

Según el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el nivel del mar ha aumentado unos 19 centímetros entre 1901 y 2010, y se espera que aumente entre 26 y 82 centímetros más para el año 2100, dependiendo de las emisiones de gases de efecto invernadero y la sensibilidad climática.

¿Cómo afecta el aumento del nivel del mar a Nueva York?

Nueva York tiene más de 800 kilómetros de costa, donde viven más de 8 millones de personas y se concentran importantes infraestructuras económicas, sociales y culturales. El aumento del nivel del mar representa una amenaza para la ciudad por varias razones:

  • Aumenta el riesgo de inundaciones costeras, especialmente durante las tormentas y los eventos de marea alta. Las zonas bajas y densamente pobladas, como el sur de Manhattan, Brooklyn o Staten Island, son las más expuestas a este peligro.
  • Aumenta la erosión costera, que puede provocar la pérdida de playas, humedales y hábitats naturales que protegen la costa y brindan servicios ecosistémicos.
  • Afecta a la infraestructura crítica, como el transporte público, la red eléctrica, el suministro de agua potable o el tratamiento de aguas residuales, que pueden verse dañados o interrumpidos por las inundaciones o la salinización.
  • Afecta a la salud y el bienestar de la población, especialmente de los grupos más vulnerables, como los ancianos, los niños, los pobres o las minorías étnicas, que pueden sufrir enfermedades, estrés o desplazamiento forzado por las inundaciones o la falta de servicios básicos.

¿Qué se puede hacer para enfrentar el aumento del nivel del mar en Nueva York?

Para hacer frente al aumento del nivel del mar en Nueva York se requiere una combinación de medidas de adaptación y mitigación.

La adaptación consiste en reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia de la ciudad ante los impactos del cambio climático.

La mitigación consiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. Algunas de las acciones que se pueden implementar son:

  • Monitorear y proyectar el aumento del nivel del mar y sus impactos en la ciudad, utilizando modelos y escenarios científicos, y difundir la información a los tomadores de decisiones y al público en general.
  • Planificar y diseñar la ciudad con criterios de sostenibilidad y resiliencia, incorporando el aumento del nivel del mar en las normas de construcción, ordenamiento territorial y gestión de riesgos.
  • Proteger y restaurar los ecosistemas costeros, como los humedales, las marismas o los arrecifes artificiales, que pueden amortiguar el impacto de las olas y las inundaciones, y proporcionar beneficios ambientales y sociales.
  • Construir y mejorar la infraestructura resistente al agua, como diques, barreras, bombas o sistemas de drenaje, que puedan prevenir o mitigar las inundaciones en las zonas más críticas.
  • Promover la participación y la educación ciudadana, fomentando la conciencia y la responsabilidad sobre el cambio climático y el aumento del nivel del mar, y facilitando la colaboración entre los diferentes actores sociales.
  • Reducir la huella de carbono de la ciudad, impulsando la transición hacia una economía baja en carbono, basada en las energías renovables, la eficiencia energética, el transporte público y la gestión de residuos.