El remedio tradicional chino Ginkgo Biloba puede acelerar la recuperación del cerebro tras un accidente cerebrovascular

Un remedio herbal tradicional chino, con raíces ancestrales, se revela como una prometedora terapia para acelerar la recuperación de los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular.

Presentación de hallazgos en conferencia internacional

Este estudio destaca el potencial de la planta Ginkgo biloba, conocida como un fósil viviente, para mejorar la función cognitiva en las primeras etapas posteriores a un derrame cerebral causado por coágulos de sangre.

La investigación, realizada en China, se enfocó en el tratamiento de adultos que habían sufrido un accidente cerebrovascular isquémico mediante la administración intravenosa de ginkgo diterpeno lactona meglumina (GDLM), un compuesto derivado de los ingredientes biológicamente activos de la Ginkgo biloba.

Los resultados demostraron que aquellos pacientes tratados con GDLM experimentaron una notable mejoría en la función cognitiva después de 14 días y nuevamente a los 90 días posteriores al accidente cerebrovascular.

Consideraciones sobre medicina complementaria y alternativa

El uso de preparaciones de Ginkgo biloba, que se centran en los componentes activos de la planta, es común en China como terapia complementaria para el accidente cerebrovascular isquémico.

Esta planta, extraída de las hojas y semillas del árbol de Ginkgo, posee una larga historia de uso medicinal en Asia oriental, donde se considera una de las especies de árboles vivientes más antiguas.

Los resultados positivos obtenidos en este estudio sugieren que las inyecciones de GDLM podrían convertirse en una herramienta terapéutica efectiva para mejorar la función cognitiva en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular isquémico.

Sin embargo, se necesitan más ensayos clínicos para confirmar estos hallazgos y garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento a largo plazo.

Este estudio destaca la importancia de seguir investigando nuevas terapias y enfoques para mejorar la atención posterior al accidente cerebrovascular.

Además, enfatiza la necesidad de un enfoque integral que involucre a profesionales médicos para garantizar la seguridad y eficacia de cualquier tratamiento complementario utilizado en el manejo de enfermedades cardiovasculares, incluido el accidente cerebrovascular.