Dos inmensos cañones ubicados en el lado oculto de la Luna, comparables en tamaño y profundidad al Gran Cañón del Colorado, se formaron en menos de 10 minutos. Este sorprendente descubrimiento sugiere que estos accidentes geológicos fueron creados por el impacto de un asteroide o cometa que rozó el polo sur lunar, generando una fuerza colosal que esculpió el terreno en un tiempo récord.
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Similitudes con el Gran Cañón
Los cañones lunares, aunque menos conocidos que sus contrapartes terrestres, son igualmente impresionantes. Con un ancho de varios kilómetros y una profundidad que rivaliza con la del Gran Cañón del Colorado, estas formaciones son un testimonio de la violencia y la rapidez con la que pueden ocurrir eventos geológicos en el espacio.
A diferencia de los procesos lentos y graduales que dieron forma al Gran Cañón en la Tierra, estos cañones lunares son el resultado de un evento instantáneo y catastrófico.
El impacto que lo cambió todo
Según los científicos, el asteroide o cometa que creó estos cañones no impactó directamente en la Luna, sino que rozó su superficie cerca del polo sur. Este tipo de impacto, conocido como impacto rasante, generó una fuerza tan intensa que excavó el terreno en cuestión de minutos. Este fenómeno es similar a lo que ocurriría si una bala rozara una superficie blanda, dejando una marca profunda y elongada.
Implicaciones para la geología lunar
Este descubrimiento no solo revela la violencia de los impactos espaciales, sino que también proporciona información valiosa sobre la historia geológica de la Luna.
Los científicos ahora pueden estudiar estos cañones para comprender mejor cómo los impactos de asteroides y cometas han moldeado la superficie lunar a lo largo de miles de millones de años. Además, este hallazgo sugiere que eventos similares podrían haber ocurrido en otros cuerpos celestes del sistema solar.
Futuras investigaciones
El estudio de estos cañones también tiene implicaciones para futuras misiones lunares. Comprender cómo se formaron estas estructuras podría ayudar a los científicos a identificar áreas de interés geológico para la exploración humana y robótica. Además, estos cañones podrían contener pistas sobre la composición interna de la Luna y su evolución a lo largo del tiempo.
En resumen, los cañones de la cara oculta de la Luna son un recordatorio de la dinámica y violenta naturaleza del sistema solar. Su formación en cuestión de minutos destaca cómo eventos aparentemente breves pueden dejar una huella permanente en los cuerpos celestes, ofreciendo a los científicos una ventana única a los procesos que han dado forma a nuestro vecindario cósmico.