La muerte del icónico actor Gene Hackman y su esposa Betsy Arakawa ha conmocionado al mundo, no solo por la pérdida de una leyenda de Hollywood, sino también por el complejo escenario que deja tras de sí: una fortuna de 80 millones de dólares y un legado inmobiliario que ahora pende de un hilo. Ambos fueron encontrados sin vida en su hogar en Santa Fe, Nuevo México, y las circunstancias de sus fallecimientos han abierto un interrogante sobre quién heredará su patrimonio.
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Según las autoridades locales, Betsy Arakawa, de 65 años, falleció el 11 de febrero víctima del síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad poco común pero letal. Apenas siete días después, el 18 de febrero, Gene Hackman, quien a sus 95 años padecía Alzheimer, sucumbió a una afección cardíaca. La confirmación de este intervalo, registrado por el marcapasos del actor, ha sido clave para descartar la aplicación de la normativa de “muerte simultánea” en Nuevo México, que considera simultáneos los fallecimientos si ocurren con menos de 120 horas de diferencia.
Sin hijos en común, el reparto de los bienes de Arakawa podría beneficiar a sus familiares directos, mientras que Hackman deja tres hijos de su primer matrimonio con Faye Maltese: Christopher, de 65 años; Elizabeth Jean, de 63; y Leslie, de 58. La familia ha compartido su dolor en un comunicado conjunto, donde las hijas y su nieta Annie declararon estar “devastadas” por la pérdida del actor. Leslie, la menor de los hermanos, confesó que la muerte de su padre no fue una sorpresa, dado su avanzado estado de salud.
El patrimonio del protagonista de Superman y The French Connection incluye una lujosa propiedad en Nuevo México valorada en 3,8 millones de dólares, además de otros activos que engrosan su fortuna estimada. Sin embargo, el destino de esta herencia dependerá de los testamentos de ambos, cuyo contenido aún no se ha hecho público.
El abogado Kevin Holmes, consultado por DailyMail, explicó que “en muchos estados, incluido Nuevo México, existe un plazo presuntivo de cinco días, tras el cual se considera que una persona ha sobrevivido según los términos de la mayoría de los testamentos”. En este caso, los siete días que Hackman sobrevivió a Arakawa podrían implicar que él heredó temporalmente los bienes de su esposa antes de transmitirlos a sus propios beneficiarios.
“Es probable que, dada la fortuna de la estrella de Hollywood y su acceso a abogados, cada uno haya escrito un testamento o, más probablemente, haya utilizado un fideicomiso con beneficios fiscales”, añadió Holmes. Esto abre la posibilidad de que Hackman y Arakawa hayan designado beneficiarios específicos, que podrían incluir no solo a los hijos del actor, sino también a amigos cercanos o cuidadores que formaron parte de sus vidas en sus últimos años.
La muerte prematura de Arakawa añade otra capa de complejidad al caso. Si su testamento nombraba a Hackman como principal heredero, sus bienes habrían pasado a él antes de su fallecimiento, lo que podría beneficiar a los herederos finales designados por el actor. Mientras tanto, los expertos legales especulan que el reparto de esta millonaria herencia podría convertirse en un proceso largo y disputado, dependiendo de las disposiciones testamentarias y las leyes sucesorias aplicables.
Por ahora, el mundo observa con interés este drama que combina tragedia personal y riqueza descomunal. La memoria de Gene Hackman, un gigante del cine que dejó una huella imborrable, se entrelaza con un futuro incierto para su legado económico. ¿Quiénes serán los beneficiarios finales de esta fortuna? Solo el tiempo y los tribunales lo revelarán.