Los productos para el cabello que usamos a diario, desde cremas hasta aerosoles, podrían estar afectando silenciosamente nuestra salud.
Un estudio reciente de la Universidad de Purdue arroja luz sobre los peligros potenciales de estos productos, revelando que contienen compuestos orgánicos volátiles (COV), incluidos los siloxanos, que contribuyen al brillo y suavidad del cabello.
El estudio adopta un enfoque único al investigar cambios en tiempo real en la calidad del aire en interiores durante el peinado activo, especialmente en espacios cerrados.
Emisiones de COV no previstas: motivo de preocupación
Los científicos de la Universidad de Purdue detrás del estudio se sorprendieron por las emisiones significativas de mezclas químicas volátiles de productos de cuidado capilar comúnmente utilizados.
El estudio destaca el impacto inesperado de las rutinas de cuidado del cabello cotidianas, instando a examinar de cerca los riesgos potenciales para la salud asociados con actividades diarias que muchas personas realizan sin pensarlo dos veces.
Explorando el impacto invisible: COV en entornos del mundo real
Al configurar una casa pequeña bien ventilada, los investigadores imitaron escenarios del mundo real donde los participantes usaban productos para el cabello y herramientas de peinado típicas.
Las mediciones en tiempo real de las emisiones de COV, especialmente los siloxanos cíclicos volátiles de metilo (cVMS), revelaron hallazgos sorprendentes. Factores como el tipo de producto, la longitud del cabello y la temperatura de la herramienta de peinado influyeron en los niveles de emisión.
El estudio estima que la inhalación diaria de un cVMS específico, conocido como D5, podría alcanzar hasta 20 miligramos por día.
Necesidad urgente de más investigación y conciencia
Si bien el estudio demostró que un extractor de aire redujo eficazmente los contaminantes del aire después de una rutina de cuidado del cabello, los investigadores advierten sobre posibles impactos en la calidad del aire exterior en áreas densamente pobladas.
Los autores del estudio enfatizan la necesidad de una investigación extensa para evaluar los efectos a largo plazo de la exposición a siloxanos en los humanos, subrayando la importancia de considerar los riesgos para la salud asociados con el uso de productos para el cabello y la necesidad de una ventilación adecuada en espacios cerrados.
