Satélite chino transmite imagen impactante de la Tierra desde la cara oculta de la Luna

China ha alcanzado un hito importante en su progresivo programa espacial con el lanzamiento exitoso del satélite de retransmisión Queqiao-2, acompañado por los mini satélites Tiandu-1 y Tiandu-2.

Estos satélites están diseñados para transformar las capacidades de comunicación y navegación en futuras exploraciones lunares, especialmente en la cara oculta de la Luna. Esta región presenta desafíos únicos para la transmisión de datos debido a que no tiene línea de vista directa con la Tierra.

El satélite Queqiao-2, cuyo nombre se inspira en un puente legendario formado por urracas en la mitología china, desempeñará un papel esencial como enlace comunicacional para las sondas que operen en la cara oculta de la Luna. La Administración Nacional Espacial China (CNSA) ha afirmado que el satélite proporcionará comunicaciones ininterrumpidas al menos hasta el año 2030.

Recientemente, uno de estos satélites envió de vuelta a la Tierra una impresionante imagen infrarroja que revela la textura de la superficie lunar en su lado más misterioso y ofrece también una perspectiva lejana de nuestro planeta.

El Queqiao-2 también jugará un papel crucial en la misión Chang’e-6, prevista para mayo, que tiene como objetivo recolectar muestras de un cráter lunar antiguo. Asimismo, será fundamental para el éxito de las futuras misiones Chang’e-7 y Chang’e-8, planificadas para 2026 y 2028 respectivamente, al servir como plataforma de retransmisión.

Xiong Liang, investigador principal y desarrollador del Queqiao-2, lo ha descrito como “el interruptor principal” para la cuarta fase del programa de exploración lunar de China, subrayando su importancia crítica en el establecimiento de comunicaciones para dichas misiones.

A pesar de estos avances, el reciente intento de lanzamiento del satélite DRO-A/B fue menos afortunado, ya que no logró establecerse en la órbita retrógrada distante de la Luna, y el futuro de estos satélites sigue siendo incierto.