En las alturas de los Andes bolivianos, cerca del famoso sitio arqueológico de Tiwanaku, se encuentra Puma Punku, un complejo de ruinas que ha desconcertado a arqueólogos, historiadores y entusiastas de lo paranormal por igual. Con sus bloques de piedra perfectamente cortados, ángulos precisos y pesos descomunales, Puma Punku es considerado uno de los mayores misterios de la arqueología moderna.
Relacionado: Evidencia sugiere que humanos practicaban canibalismo hace 18,000 años en Europa
¿Cómo una civilización antigua, sin herramientas de metal ni tecnología avanzada, pudo lograr tal precisión? ¿O acaso estamos ante la evidencia de una civilización perdida o incluso de intervención extraterrestre?
El sitio es una maravilla de la ingeniería antigua
Puma Punku, que en lengua aimara significa “La Puerta del Puma”, es parte del complejo arqueológico de Tiwanaku, una ciudad que floreció entre los años 500 y 1000 d.C. Sin embargo, lo que hace único a Puma Punku es su arquitectura imposible. Los bloques de piedra, algunos de los cuales pesan más de 100 toneladas, están cortados con una precisión que rivaliza con la de las herramientas modernas. Los ángulos rectos, las superficies lisas y los cortes complejos sugieren un nivel de tecnología que, según los expertos, no debería existir en esa época.

Uno de los bloques más famosos es la “Piedra H”, que presenta cortes geométricos perfectos y agujeros que parecen haber sido hechos con taladros de alta precisión. Según el arqueólogo Arthur Posnansky, quien estudió el sitio a principios del siglo XX, la precisión de estos cortes es “increíble para una cultura que no conocía el hierro ni la rueda”.
La precisión de los cortes en los bloques de piedra de Puma Punku es increíblemente asombrosa; se asemejan a la perfección de un láser moderno, con ángulos exactos y superficies tan lisas que parecen haber sido cortadas con herramientas avanzadas, lo cual sigue siendo un misterio hasta hoy.
Teorías convencionales: ¿Qué dice la arqueología?

La teoría más aceptada por los arqueólogos mainstream es que Puma Punku fue construido por la civilización Tiwanaku, una cultura preincaica que dominó la región durante siglos. Según esta perspectiva, los tiwanakotas utilizaron herramientas de piedra y cobre, junto con técnicas de talla y transporte que aún no comprendemos del todo.

Sin embargo, esta explicación no convence a todos. David Hatcher Childress, autor y experto en civilizaciones antiguas, señala que “la precisión de los cortes y la complejidad de los diseños en Puma Punku son incomparables con cualquier otra obra de la época”. Childress sugiere que los tiwanakotas podrían haber heredado conocimientos de una civilización anterior, mucho más avanzada, que desapareció sin dejar rastro.
“Las piedras de Puma Punku muestran una precisión en los cortes y perforaciones que desafía la tecnología de la época conocida por los arqueólogos. Esto sugiere la posible existencia de herramientas avanzadas o incluso la influencia de una civilización perdida con conocimientos tecnológicos superiores.”
David Hatcher Childress
Teorías alternativas: ¿intervención extraterrestre?

Para muchos, las explicaciones convencionales no son suficientes. Erich von Däniken, autor de “Recuerdos del Futuro”, propone que Puma Punku es evidencia de contacto extraterrestre. Según von Däniken, los cortes precisos y los bloques masivos solo podrían haber sido creados con tecnología avanzada, posiblemente de origen no terrestre.
Esta teoría ha ganado popularidad en círculos alternativos, pero ha sido criticada por la comunidad científica. El arqueólogo Javier Escalante, experto en culturas andinas, afirma que “no hay evidencia concluyente que respalde la idea de intervención extraterrestre”. Sin embargo, Escalante admite que “Puma Punku sigue siendo un enigma que desafía nuestra comprensión de la historia humana”.
Investigaciones recientes y nuevas pistas
En los últimos años, nuevas investigaciones han arrojado luz sobre algunos aspectos de Puma Punku. Un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science en 2023 utilizó análisis de isótopos para determinar el origen de las piedras. Los resultados sugieren que los bloques de andesita y arenisca fueron extraídos de canteras ubicadas a más de 90 kilómetros del sitio, lo que plantea la pregunta: ¿cómo transportaron estas piedras masivas sin tecnología avanzada?
Además, un equipo de ingenieros de la Universidad de California realizó un experimento en el que intentaron replicar los cortes de Puma Punku utilizando herramientas de piedra y cobre. Aunque lograron algunos avances, los investigadores concluyeron que “la precisión y escala de los cortes en Puma Punku son extremadamente difíciles de replicar, incluso con herramientas modernas”.
La opinión de expertos y un debate que continúa

El misterio de Puma Punku ha generado un intenso debate entre expertos. Graham Hancock, autor de *”Fingerprints of the Gods”**, argumenta que el sitio es evidencia de una civilización avanzada perdida en la historia. Según Hancock, “Puma Punku es una cápsula del tiempo que nos desafía a reconsiderar lo que sabemos sobre el pasado humano”.
Por otro lado, el arqueólogo John Hoopes, de la Universidad de Kansas, sostiene que “aunque Puma Punku es impresionante, no hay necesidad de recurrir a explicaciones extraterrestres o civilizaciones perdidas”. Hoopes cree que los tiwanakotas eran maestros de la ingeniería y que simplemente no hemos descubierto todas sus técnicas.
¿Seguirá siendo un misterio?
Puma Punku sigue siendo uno de los enigmas más fascinantes de la arqueología. Ya sea obra de una civilización antigua con conocimientos avanzados, evidencia de una cultura perdida o incluso un legado extraterrestre, lo cierto es que este sitio desafía nuestras suposiciones sobre el pasado.
Mientras los investigadores continúan explorando sus secretos, Puma Punku nos recuerda que la historia humana está llena de preguntas sin respuesta. Y tal vez, en esas preguntas, se encuentre la clave para entender no solo nuestro pasado, sino también nuestro futuro.