A medida que nuestra población continúa envejeciendo, la soledad entre las personas mayores se está convirtiendo en un tema cada vez más problemático. Según un informe realizado por la Administración para la Vida Comunitaria y la Administración sobre el Envejecimiento, casi el treinta por ciento de los adultos mayores en los Estados Unidos viven solos. Eso equivale a casi catorce millones de personas
Los investigadores se apresuran a señalar que esto no significa necesariamente que todas estas personas se sientan solas, pero plantea algunas preguntas importantes sobre el aislamiento social y la soledad entre las poblaciones de edad avanzada.
¿Por qué las personas mayores están solas?
Hay una serie de razones por las que un adulto mayor puede ser más propenso a la soledad que alguien más joven. Una de las principales causas de la soledad es que, a medida que las personas envejecen, sus círculos sociales tienden a reducirse.
Amigos y familiares se mudan a otros lugares y gradualmente comienzan a fallecer. La edad a menudo puede provocar problemas de movilidad, lo que puede dificultar incluso reunirse con personas que viven cerca, y los problemas de audición o visión pueden hacer que la comunicación parezca más una molestia de lo que vale la pena.
Además, muchas personas mayores experimentan sentimientos de vergüenza si requieren el uso de un bastón o un andador o cualquier otro dispositivo que necesiten para ayudarlos con las tareas diarias. Estos dispositivos son signos evidentes de envejecimiento y pueden hacer que el usuario se sienta avergonzado y, por lo tanto, menos propenso a querer salir de casa.
Ya es bastante difícil cuando una persona se siente así, pero a menudo muchos de sus compañeros se enfrentan a sentimientos igualmente difíciles, lo que crea una barrera aún más fuerte para unirlos.
Cómo afecta la soledad a los adultos mayores
La Encuesta Nacional sobre el Envejecimiento Saludable ha determinado que uno de cada tres adultos mayores se siente solo y esto tiene un efecto perjudicial en su salud. Los autores del informe explican que la soledad puede afectar la memoria, el bienestar físico, la esperanza de vida y la salud mental.
El aislamiento social y la soledad se han relacionado con un mayor riesgo de presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad, un sistema inmunológico más débil, ansiedad, depresión, deterioro cognitivo y enfermedad de Alzheimer, según diversos estudios.
