La muerte de Betsy Arakawa, esposa del legendario actor Gene Hackman, ha puesto los reflectores sobre una enfermedad poco conocida pero potencialmente letal: el hantavirus. El pasado 26 de febrero de 2025, la pareja fue encontrada sin vida en su residencia de Santa Fe, Nuevo México, tras días de especulación sobre las causas. Las autoridades confirmaron que Arakawa falleció alrededor del 11 de febrero debido a un síndrome pulmonar por hantavirus, una infección transmitida por roedores que sorprendió por su rareza y gravedad.
Relacionado: Fallece niña de 3 años por influenza aviar AH5N1 en México, el primer caso humano en el país
Mientras Hackman sucumbió una semana después, el 17 de febrero, a un fallo cardíaco agravado por su Alzheimer avanzado, la historia de su esposa resalta los peligros ocultos de este virus que acecha en entornos cotidianos. A continuación, desentrañamos qué es el hantavirus, cómo se contagia, sus síntomas y por qué se convirtió en un desenlace fatal para Arakawa.
El hantavirus es un grupo de virus transmitidos principalmente por roedores, como ratones y ratas, que puede causar enfermedades graves en humanos. En el hemisferio occidental, incluyendo Estados Unidos, la variante más común provoca el síndrome pulmonar por hantavirus (SPH), una afección respiratoria aguda que puede ser mortal.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), este virus no se transmite de persona a persona, salvo una excepción en la cepa patagónica de Argentina, única en el mundo por su capacidad de propagarse por contacto cercano durante los primeros días de síntomas. En el caso de Arakawa, la infección se atribuye a la exposición a excrementos de roedores en su hogar rural, un riesgo que pasa desapercibido en muchas áreas boscosas o mal ventiladas.
La transmisión ocurre cuando las personas inhalan partículas aerolizadas de orina, heces o saliva de roedores infectados, especialmente al perturbar nidos o limpiar espacios contaminados. También puede suceder por mordeduras o contacto directo con objetos sucios, aunque esto es menos frecuente. En Santa Fe, donde Arakawa y Hackman vivían en una mansión de 8,700 pies cuadrados, la presencia de roedores no era evidente, pero las autoridades sugieren que su entorno pudo haber facilitado el contagio. Este fue el primer caso confirmado de hantavirus en Nuevo México en 2025, un estado que históricamente lidera los reportes en EE.UU., con 122 casos entre 1993 y 2022, según el CDC. La pareja fue hallada junto a uno de sus perros muertos, lo que refuerza la hipótesis de un ambiente comprometido.
Los síntomas del hantavirus no aparecen de inmediato; el período de incubación oscila entre una y ocho semanas. Inicialmente, se manifiesta como una gripe común: fiebre alta, fatiga extrema, dolores musculares y escalofríos. Betsy Arakawa, vista por última vez el 11 de febrero en una farmacia y una tienda de mascotas, pudo haber sentido estos signos sin sospechar su gravedad.
Según la Mayo Clinic (2024), la enfermedad avanza rápido: en 2-5 días, la tos y la dificultad para respirar marcan el inicio del SPH, cuando los pulmones se llenan de líquido, llevando a una insuficiencia respiratoria potencialmente fatal. Aproximadamente un tercio de los casos respiratorios terminan en muerte, con tasas de mortalidad del 30-50% dependiendo de la cepa, según The Lancet (2023).
Para Arakawa, de 65 años, el desenlace fue devastador. Encontrada en el baño con un frasco de pastillas esparcidas y un calentador encendido, su cuerpo mostraba signos de momificación, indicando que llevaba días sin vida cuando los socorristas llegaron. La médica forense Heather Jarrell señaló que “no se sabe cuán rápido murió”, pero el hantavirus puede colapsar los pulmones en 24-48 horas si no se trata.
No hay cura ni vacuna específica; el tratamiento se basa en soporte respiratorio con oxígeno o ventilación mecánica, algo inalcanzable para Arakawa en su aislamiento. Mientras tanto, Hackman, incapaz de notar su muerte por su Alzheimer, sobrevivió una semana más, alimentando la tragedia de una pareja que murió sola, acompañada solo por sus perros.
Prevenir el hantavirus requiere medidas simples pero cruciales. Mantener los hogares libres de roedores sellando grietas, usando trampas y evitando acumular basura reduce el riesgo. Al limpiar áreas sospechosas, como graneros o sótanos, humedecer el polvo con desinfectante antes de barrer evita que las partículas se levanten, según recomendaciones del CDC. En áreas rurales como Santa Fe, donde el ratón ciervo es un portador común, la ventilación constante es esencial. Este caso, el primero del año en Nuevo México, subraya la necesidad de vigilancia en zonas propensas, especialmente en primavera y verano, cuando los casos suelen aumentar.
La muerte de Betsy Arakawa por hantavirus no solo marcó el fin de una vida junto a Gene Hackman, sino que encendió una alerta sobre un peligro silencioso que puede habitar en cualquier rincón. Mientras el actor, de 95 años, fue hallado en el mudroom con su bastón y gafas, su esposa dejó un legado involuntario: un recordatorio de que incluso en la tranquilidad de un hogar apartado, la naturaleza puede esconder amenazas letales.
Evitar el contacto con roedores y sus rastros podría ser la diferencia entre un día más y un desenlace como el suyo. La próxima vez que limpies un rincón olvidado, piensa en Betsy y toma precauciones; tu salud podría depender de ello.