Descubriendo la relación que existe entre la comida chatarra y la depresión

Según un estudio, publicado por la international Journal of Obesity, existe un vínculo entre el consumo de comida chatarra y la depresión. Es más probable que el consumo de comidas rápidas y comida chatarra produzca bajones emocionales y problemas de índole mental, como la depresión antes de causar un aumento de peso considerable, generalmente este aumento de peso se puede dar como consecuencia de un estado depresivo o un bajón emocional que lleva a la persona a compensar la ansiedad.

Cuando nos referimos a comida chatarra hacemos mención de los clásicos bocadillos como pueden ser: los pasteles, cruasanes y donas, y también la comida rápida como hamburguesas, perritos calientes y pizza, entre otras. En sí, los alimentos procesados se han relacionado con estados depresivos y bajones de ánimo, y se han señalado en otros estudios como el caso del estudio realizado por el British Journal of Psychiatry en el año 2009.

Relación entre comida chatarra y la depresión

¿Cuántas veces hemos leído o escuchado que somos lo que comemos? Esto es cierto, cuando comemos cosas que no aportan nutrientes, ni vitaminas a nuestro cuerpo o tenemos una alimentación inadecuada, nuestro organismo sufre, y comienza de alguna manera a dar señales de que algo anda mal, una de las cosas que sucede es que muchas personas que acostumbran a comer comida chatarra padecen más de depresiones. ¿Tendrá esto alguna relación? Si quieres saberlo sigue leyendo este artículo.

Podemos decir que si existe alguna relación entre la depresión y las personas que comen comida chatarra, pero no es la comida chatarra en sí lo que causa la depresión, sino el estilo de vida de estas personas.

¿Cuáles son las personas que suelen comer más comida chatarra?

A pesar de la asociación, la comida chatarra no es la única causa posible de la depresión. Por lo general aquellas personas que consumen más comidas rápidas y productos horneados comerciales, también son más propensos a ser solteros, personas menos activas que suelen llevar malos hábitos alimenticios, lo que incluye comer menos frutas, nueces, pescado, verduras y aceite de oliva, entre otros alimentos que constituyen una alimentación saludable y equilibrada. Las personas deprimidas también suelen tener otros malos hábitos y son propensos a ser fumadores y trabajar más de 45 horas por semana.

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Las personas que llevan una dieta de mala calidad, a menudo tienen deficiencias de nutrientes esenciales. El cuerpo necesita nutrientes para generar neurotransmisores, y por lo tanto, las deficiencias de nutrientes pueden jugar un papel importante en algunos trastornos mentales y del comportamiento. El consumo de ciertos alimentos procesados, de manera esporádica, no es el problema, sino el hábito de llevar una dieta de comidas procesadas y comida chatarra de calorías vacías de manera permanente y duradera, que impide que nuestro cuerpo sea nutrido adecuadamente.

La necesidad de incorporar alimentos vivos a tu dieta

Además de que la comida chatarra nos prive de nutrientes necesarios para nuestro cerebro, si es una hábito, también nos impide mejorar un estado de salud mental ya establecido o recuperarnos de una depresión. Se ha demostrado que ciertos nutrientes pueden ayudar a prevenir los estados depresivos. Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3, la vitamina C, la vitamina E, el hierro, el magnesio y el zinc, además de ayudar a mantener el cuerpo en un mejor estado, también son ideales para mantener un equilibrio emocional y apoyan la salud mental.

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Los alimentos ricos en vitaminas B y D, ácido fólico, como lentejas, frijoles, espinacas, naranjas, espárragos, aguacates, semillas, tomates y cereales fortificados, pescado graso, yemas de huevo, o simplemente tomar sol podrían ayudar a mejorar una condición de salud mental.

¿Se entiende entonces la relación? La depresión no es una consecuencia de la comida chatarra, sino que el consumo de comida chatarra puede ser una consecuencia de la depresión, existiendo una relación, donde la persona adquiere un mal hábito y puede estar dañando su salud con lo que ingiere, pero que su estado no es culpa de la comida que consume precisamente, sino otra más de sus repercusiones.

Se debe descartar por completo el hecho de llevar una dieta exclusiva de alimentos procesados, comidas rápidas y con calorías vacías, y si conoces a alguien con un estado depresivo o tu mismo lo estás padeciendo, debes tener en claro que se debe cuidar tanto el aspecto físico como mental, elaborando una dieta equilibrada para el mejor funcionamiento del organismo, y un tratamiento psicológico para poder superar el trance de la depresión.