Las reglas de las relaciones que existen son tan importantes para la relación que creamos con nosotros mismos, como para nuestras relaciones con los demás. Confiar, escuchar, comunicar y sobre todo respetarte a ti mismo, es importante para vivir tu verdad.
10 signos de que no te respetas a ti mismo
No puedes ser la mejor versión de ti mismo sin darte el mismo respeto que exiges de los demás. El problema es que no solemos ver cómo nos tratamos a nosotros mismos ya sea respetuosa o irrespetuosamente, pero los siguientes signos sin duda te ayudarán a visualizarlo:
1. Estás diciendo que sí a cosas que no son importantes para ti, o de las que no tienes tiempo.
Respeta tu tiempo y energía para gastar en proyectos y personas que más te importan. No nos estamos haciendo ningún favor si rebasamos el límite de programar nuestros días, y restamos el tiempo que tenemos para nuestro propio cuidado necesario.
2. Te presentas como algo que no eres con el fin de ganarte un favor.
Todos hemos sentido la necesidad de mostrar otra cara con el fin de impresionar a alguien. También sabemos que no deberíamos tener que hacerlo y, sin embargo, lo haremos de todos modos. Es una gran falta de respeto a nosotros mismos pensar que no somos lo suficientemente buenos. Y si no somos lo suficientemente buenos para ellos, la verdad es que no son lo suficientemente buenos para nosotros.
3. A menudo estás de acuerdo con lo que alguien dice sólo porque no quieres ofenderlos.
Nuestras opiniones son importantes, y cuando no las expresamos, estamos básicamente diciéndonos a nosotros mismos y a todo el mundo que no lo son. Si alguien se siente ofendido por nuestras ideas sinceras y reflexivas, entonces no estaban en realidad buscando consejo, buscaban un sí. Muestra respeto por ti y por otros al expresar cómo te sientes, pero de una forma honesta y amable.
4. Pones tus necesidades detrás de las necesidades de los demás.
No le estamos haciendo ningún favor a nadie haciendo caso omiso de lo que necesitamos en términos de descanso, relajación y auto-cuidado general. Operamos mejor, somos más productivos y emocionalmente estables, cuando estamos cuidando de nosotros mismos.
5. Cuando te sientes culpable por hacer lo que es correcto para ti, incluso si va en contra de los consejos que has recibido.
Buscar consejos tiene un lugar en nuestras vidas con seguridad, pero es importante recordar que son únicamente consejos. Ya sea que estamos dándolos o recibiéndolos, no debería haber una afrenta personal cuando no se siguen. Sólo significa que no estaba del todo bien en ese momento. No te sientas culpable por ir en contra de los consejos que recibiste y de tomar una decisión que te sienta bien a ti.
6. Cuando no te defiendes a ti mismo dejando las cosas claras.
Nadie se nutre de los conflictos y, a veces es más fácil dejar que las cosas se vayan. Pero tenemos que equilibrar eso con defendernos. Con el fin de respetarnos a nosotros mismos, es importante que la gente sepa la verdad sobre nosotros y el papel que desempeñamos en ciertas situaciones. A veces es corregir algo mal y otras veces es corregir algo bien. De cualquier manera, pintando una imagen clara y precisa del asunto es un signo de que te respetas.
7. Escondes regularmente tus sentimientos.
Somos criaturas de sentimientos y emociones, pero la sociedad nos ha enseñado a mantenerlos ocultos a fin de no hacer que los demás se incomoden. Te estás faltando al respeto cada vez que dices que las cosas están bien cuando no lo están. Sé fiel a lo que eres y lo más importante, a cómo te sientes.
8. Abiertamente buscas atención.
La única atención que importa realmente es la atención que nos damos a nosotros mismos. Cuando buscamos la atención de los demás, simplemente estamos buscando validación externa de algo que probablemente ya sabemos. Si te encuentras en busca de la aprobación de otra persona, mira hacia adentro y averigua lo que te falta. Luego trabaja en llenar esa brecha.
9. Siempre tratas de hacer felices a los demás, esencialmente convirtiéndote en su «felpudo».
Sólo tenemos la capacidad de afectar a nuestra propia felicidad, y cuando estamos felices, queremos que los demás sean felices también. El problema con tratar de hacer que los otros sean más felices, es que por lo general terminamos dejándolos con ganas, y como resultado, creamos un mayor vacío en el interior. Podemos afectar el mayor cambio al centrarnos en nosotros mismos. Como dice Mahatma Gandhi, «ser el cambio que queremos ver en el mundo.»
10. Te rodeas con malas compañías.
Es difícil ser nuestro auténtico yo cuando estamos pasando el rato con personas que no aprecian y comparten creencias y valores que ayudan a promover nuestro verdadero ser. Tómate el tiempo para encontrar y crecer con personas de ideas afines que apoyan lo que eres. Es difícil que caigas en el no respeto propio, cuando eres amado y apoyado.
Nadie pretende caer en eso, todos en esencia siempre vamos a desear respetarnos a nosotros mismos, pero tantos comportamientos automáticos terminan haciendo precisamente eso. Respuestas automáticas de cómo nos sentimos, sin hablar realmente lo que deseamos para evitar herir los sentimientos de los demás, y la búsqueda de la validación de una fuente externa en lugar de la nuestra interior, son formas de falta de respeto.
No tienes que tomar el camino de la menor resistencia al ignorar tus propios deseos y necesidades. Ponte de pie por lo que eres y lo que crees de una manera amable pero firme. Ese es un definitivo signo de que te respetas a ti mismo.
Redacción de Vida Lúcida
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