6 Hábitos en la ducha que pueden arruinar tu piel

Uno de los hábitos más relajantes que nos gusta tener, es ducharnos. Además de esta razón, sabemos que forma parte del cuidado diario que debemos tener, puesto que contribuye a la higiene personal y al bienestar en general. A continuación mencionaremos 6 hábitos en la ducha que pueden arruinar tu piel y quizás los estás haciendo sin saber que pueden dañar la salud.

resequedad en la piel producto de la ducha

Aunque la ducha forma parte de una rutina que realizamos como una tarea sencilla, debemos reconocer que con frecuencia adquirimos malas costumbres que no resultan saludables, por el contrario, pueden perjudicar nuestra piel ocasionando reacciones indeseadas.

Cuáles son los 6 hábitos en la ducha que pueden arruinar tu piel

Los hábitos son prácticas que realizamos como una costumbre; en ocasiones hasta sin darnos cuenta. Pero en cuanto a los hábitos en la ducha, es necesario tener cuidado, porque algunas reacciones pudieran pasar desapercibidas. A continuación te mencionamos algunos ejemplos de malos hábitos personales a los que prestarles atención:

1. Lavar el cabello todos los días

Una creencia muy común es que mientras más enjuagamos el cabello, más limpio podremos tenerlo. De allí que, surge la costumbre, especialmente en muchas mujeres, de lavarlo todos los días para mantenerlo saludable y limpio.

Ahora bien, aunque el uso de champú y acondicionador logran su objetivo, no es adecuado lavarlo cada día, puesto que sería darle un uso en exceso a estos productos y terminar arruinando la salud del cabello.

Si tu cabello es delgado, fino o delicado, mantener la costumbre de lavarlo dos veces por semana, te ayudará a mantenerlo bien cuidado. Y si el cabello es grueso o rizado, hasta una vez por semana, sería lo más conveniente para él.

2. Saltarse una ducha después de hacer ejercicio

El hacer ejercicios o estar en algún entrenamiento, deja como resultado sudor y olor. Muchos consideran que luego de entrenar, son razones suficientes para entrar a la ducha inmediatamente. Pero, existe una razón mucho mayor por la que no es recomendable saltarse la ducha después de hacer ejercicios.

Cuando sudamos, el cuerpo libera toxinas y bacterias que van quedando en la piel. Saltarse la ducha, contribuiría a aumentar las opciones de que estas produzcan brotes de acné o infecciones cutáneas y erupciones en la piel. Algo que puedes evitar, no dejando para después las duchas que te permiten quitar el sudor.

3. Secar la piel con fuerza

mujer secando su piel con fuerza

Aunque es un hábito común en muchas personas, sobre todo porque se piensa que es inofensivo, en realidad, es una costumbre que nos perjudica. Para muchos no lo parece, porque las toallas son suaves, y cómo imaginarse que usar la fuerza nos puede dañar.

Sin embargo, hacerlo, genera sensibilidad y dificultades para poder retener la humedad natural. Es por eso que la manera correcta de hacerlo es tomar una toalla esponjosa y usarla con palmaditas suaves sobre el cuerpo.

4. Dejar el estropajo en la ducha

En una ducha sabemos que no puede faltar un elemento muy necesario: el estropajo. Sin duda, lo utilizamos para remover suciedad, quitar células muertas y alguna otra impureza adherida a la piel en la superficie.

Pero, dejarlo en la ducha, en un lugar húmedo, lo convierte en un lugar idóneo para acumular bacterias y hongos. De esta manera, puede causarnos daños. Lo recomendable es usarlo y luego desinfectarlo y ponerlo a secar para luego volver a utilizarlo.

5. Tomar duchas demasiado largas

Este hábito, aunque parece una forma de cuidar la higiene, también pude presentarnos algunos daños para la piel. El uso excesivo de agua ocasiona un desequilibrio en la humedad natural de la piel y también en las glándulas sebáceas; el resultado es sequedad incómoda y comezón. Por lo que no se recomiendan los baños muy extendidos y menos si son con agua caliente.

6. Retrasar la hidratación

Los beneficios de hidratar la piel justo después de la ducha, es fundamental, porque contribuye a mantener el ph natural balanceado, así como mantener la piel elástica, protegida y con un aspecto de saludable. El agua puede provocar alteraciones que ocasionen sequedad y comezón; la hidratación contrarresta todos estos efectos, por ello deberías evitar darte una dicha y no aplicar alguna crema o aceite que pueda hidratarla.

El cuidado de la piel requiere buena atención de parte de cada uno. Por eso, no lo tomes a la ligera. Evita estos malos hábitos en la ducha que pueden arruinar tu piel y mantenla saludable y bien cuidada.