Cómo saber si eres adicto al estrés mediante estos signos evidentes

El estrés es una reacción natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. En pequeñas dosis, el estrés puede ser beneficioso para motivarnos, mejorar nuestro rendimiento y adaptarnos al entorno.

Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico y excesivo, puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental.

¿Qué significa ser adicto al estrés?

Se trata de una condición en la que la persona busca o provoca situaciones estresantes de forma recurrente, sin ser consciente de los efectos nocivos que esto le genera.

La adicción al estrés se basa en la creencia de que el estrés es necesario para sentirse vivo, productivo y exitoso.

La persona adicta al estrés se siente incómoda cuando no tiene nada que hacer o cuando tiene tiempo libre, y se impone exigencias y responsabilidades que superan sus capacidades.

¿Cómo podemos saber si somos adictos al estrés?

Existen algunos signos evidentes que pueden alertarnos de que estamos cayendo en esta trampa. A continuación, te presentamos algunos de ellos:

No sabes decir que no

Te comprometes con más actividades de las que puedes realizar, tanto en el ámbito laboral como personal. Te cuesta delegar tareas y confiar en los demás. Te sientes culpable si rechazas una propuesta o si te tomas un descanso.

No tienes tiempo para ti mismo

Descuidas tus necesidades básicas, como dormir, comer o hacer ejercicio. No dedicas tiempo a tus aficiones o a tus relaciones sociales. Te sientes abrumado por la cantidad de cosas que tienes que hacer y no disfrutas de ninguna de ellas.

Eres perfeccionista e insatisfecho

Te exiges demasiado y nunca estás conforme con lo que haces. Te enfocas en los errores y en lo que te falta por hacer, en lugar de en los logros y en lo que has hecho bien. Te comparas constantemente con los demás y te sientes inferior o envidioso.

Eres impaciente e irritable

Te molestan las pequeñas cosas y reaccionas de forma desproporcionada ante cualquier contratiempo o crítica. Te cuesta tolerar la frustración y la incertidumbre. Te irritas con facilidad y tienes conflictos frecuentes con las personas de tu entorno.

Sufres síntomas físicos y psicológicos

El estrés crónico afecta a tu organismo y a tu estado de ánimo. Puedes experimentar dolores de cabeza, tensión muscular, problemas digestivos, insomnio, fatiga, ansiedad, depresión, falta de concentración, pérdida de memoria, entre otros.

Cómo se puede modificar esta situación

Si te identificas con algunos de estos signos, es posible que seas adicto al estrés y que necesites hacer algunos cambios en tu estilo de vida.

  1. El primer paso es reconocer el problema y buscar ayuda profesional si es necesario.
  2. El segundo paso es aprender a gestionar el estrés de forma saludable, mediante técnicas de relajación, respiración o meditación.
  3. El tercer paso es establecer prioridades, organizar tu tiempo, fijar límites y decir que no cuando sea preciso.
  4. El cuarto paso es cuidarte a ti mismo, alimentarte bien, dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente y dedicar tiempo a lo que te gusta y te hace feliz.

Recuerda que el estrés no es tu amigo ni tu aliado. El estrés es un enemigo que puede dañar tu salud y tu calidad de vida.

No te dejes engañar por la falsa sensación de euforia o adrenalina que te produce el estrés. Aprende a vivir sin él y a disfrutar del presente con calma y serenidad.