Mientras la carga de carbohidratos antes del ejercicio puede aumentar tu rendimiento, no es una buena opción para perder peso. La elevada tasa de carbohidratos en el organismo imposibilita al cuerpo de utilizar la grasa corporal almacenada para obtener energía.
Así que, si la finalidad de tus entrenamientos es mantenerte delgado, lo que necesitas hacer es mantenerte en ayuno. Este consejo viene de parte de uno de los personal trainer más reconocidos del mundo. Por lo tanto, hacer esto al ejercitarte es el secreto para mantenerte en tu peso ideal.
Conoce tu organismo
A lo largo del día nos encontramos entrando y saliendo de los estados “alimentado” y “en ayuno”.
Estado de ayuno
El estado de ayuno dura unas cuatro a seis horas después de tu última comida. Mientras tu cuerpo libera insulina para bajar el azúcar en la sangre, tu sistema digestivo absorbe proteínas y grasas. La glucosa también es transportada a los músculos para ser utilizada como energía (glucógeno).
Seis horas después de comer entras en el estado de ayuno. El glucagón se libera para mantener el nivel de azúcar en la sangre a niveles normales. Tu cuerpo comienza a descomponer el tejido adiposo (grasa) en ácidos grasos libres. Estos ácidos luego pueden convertirse en una forma de energía conocida como cuerpos cetónicos. En términos sencillos, estás quemando grasa para obtener energía.
Estado Alimentado
Tan pronto como comienzas a comer, el proceso de quemado de grasa se detiene. La insulina ahora inhibe la descomposición de los ácidos grasos, haciendo que tu cuerpo queme los azúcares recién ingeridos. Así, la etapa de quemar grasa llega a su fin.
Qué debes hacer antes de ejercitarte
Cualquiera que esté acostumbrado a una pesada carga de carbohidratos antes de entrenarse necesita adaptarse suavemente. Lo recomendable es empezar tu entrenamiento en ayunas y con actividades aeróbicas suaves, como caminar trotar o nadar.
Al principio, tu entrenamiento te parecerá mucho más difícil que antes, pero es algo que cambiará con el tiempo. Conforme tu cuerpo aprenda a usar menos glucógeno y quemar grasa corporal para obtener energía, te resultará más fácil ejercitarte.
Una vez que te acostumbres a ello, te darás cuenta que no hay vuelta atrás. Entrenar con comida en el estómago, da la sensación de pesadez y resta agilidad. Pero hay algunos casos en los que es recomendable recargar carbohidratos previamente, por ejemplo: una competición que requiera mucho esfuerzo. Aunque, valgan verdades, muchos de los que optamos por este tipo de entrenamientos solo esperamos perder esos kilos de más.