El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta principalmente a personas mayores de 65 años, aunque también puede manifestarse en edades más tempranas.
Se caracteriza por un deterioro cognitivo progresivo que puede afectar a diferentes áreas, como la memoria, el lenguaje, la atención o el pensamiento abstracto.
Pero además de estos síntomas cognitivos, también pueden aparecer cambios en la personalidad y en el comportamiento de la persona afectada. Estos cambios pueden ser muy sutiles al principio, pero con el tiempo pueden convertirse en una característica importante de la enfermedad.
Los estudios demuestran la relación entre el Alzheimer y los cambios en la personalidad
Un estudio reciente ha demostrado que los cambios en la personalidad podrían ser un síntoma temprano del Alzheimer. Si bien se conocen ciertos cambios en el comportamiento que son comunes en los pacientes con Alzheimer en etapas avanzadas de la enfermedad, como la agitación o la agresión, este estudio sugiere que los cambios de personalidad pueden ocurrir antes de que se presente la pérdida de memoria.
El estudio, publicado en la revista JAMA Psychiatry, examinó a un grupo de 82 participantes con una edad promedio de 72 años, que fueron sometidos a una evaluación neuropsicológica y de personalidad durante un período de tres años. De estos participantes, 25 fueron diagnosticados con Alzheimer durante el estudio.
Los investigadores encontraron que los participantes que desarrollaron Alzheimer presentaron cambios significativos en su personalidad antes de que se observara una pérdida de memoria evidente. Estos cambios incluyeron una disminución en la apertura a nuevas experiencias y un aumento en la neurosis.
El hecho de que los cambios de personalidad puedan ser un indicador temprano del Alzheimer es una noticia importante, ya que podría ayudar a detectar la enfermedad en una etapa más temprana, lo que permitiría una intervención médica más temprana y potencialmente más efectiva. Además, la detección temprana de la enfermedad podría permitir que los pacientes y sus familias se preparen mejor para lo que viene.
Sin embargo, es importante destacar que estos resultados deben ser confirmados en estudios más grandes y en diferentes poblaciones antes de que se pueda establecer una conexión sólida entre los cambios de personalidad y el Alzheimer. Aun así, este estudio ofrece una pista importante sobre cómo se puede detectar el Alzheimer en sus etapas más tempranas, lo que puede ser un avance significativo en la lucha contra esta enfermedad debilitante.
Cambios en la personalidad a los que hay que prestarles atención
A continuación, veremos algunos de los cambios de personalidad que podrían ser un síntoma del Alzheimer:
Pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas
Las personas con Alzheimer pueden perder el interés en actividades que antes les gustaban mucho, como hobbies, deportes o salir con amigos.
Esto puede deberse a dificultades para recordar cómo se hacen estas actividades, a la pérdida de motivación o al cansancio que supone llevarlas a cabo.
Cambios de humor
Las personas con Alzheimer pueden experimentar cambios bruscos de humor sin motivo aparente. Pueden pasar de la alegría a la tristeza o la irritabilidad en cuestión de minutos. Además, pueden mostrar una mayor tendencia a la ansiedad, la apatía o la agitación.
Falta de empatía
Las personas con Alzheimer pueden perder la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus sentimientos.
Pueden mostrar una actitud indiferente hacia los demás, incluso hacia sus seres queridos, lo que puede resultar muy desconcertante para quienes les rodean.
Dificultades en las relaciones sociales
Las personas con Alzheimer pueden tener dificultades para relacionarse con los demás. Pueden olvidar nombres, fechas o lugares importantes, lo que les lleva a evitar situaciones sociales o a sentirse incómodos en ellas.
También pueden tener dificultades para interpretar el lenguaje no verbal o para seguir las conversaciones complejas.
Cambios en los hábitos de alimentación y sueño
Las personas con Alzheimer pueden experimentar cambios en sus hábitos de alimentación y sueño.
Pueden perder el apetito, comer compulsivamente o tener dificultades para conciliar el sueño. Estos cambios pueden deberse a la pérdida de interés en la comida o en el cuidado personal, o a la dificultad para reconocer la hora de las comidas o el momento de acostarse.
Falta de iniciativa
Las personas con Alzheimer pueden mostrar una falta de iniciativa para realizar tareas cotidianas, como vestirse, comer o salir de casa. Pueden necesitar una mayor supervisión para llevar a cabo estas tareas y pueden sentirse más cómodos en entornos familiares y conocidos.
Pérdida de la memoria a corto plazo
La pérdida de la memoria es uno de los síntomas más conocidos del Alzheimer. En las fases iniciales, la persona puede tener dificultades para recordar cosas recientes, como el nombre de una persona que acaba de conocer o lo que ha comido en la última comida.