Una de las maravillas de viajar es tener la oportunidad de conocer lugares insólitos por tanta belleza, o por lo apasionante que pudiera resultar luego de conocer su gente, su cultura, sus tradiciones, comidas y atractivos turísticos, y si el destino nos brinda el placer de adaptarnos a un presupuesto sin estrés, el resultado definitivamente será grandioso. Tal es el caso de Laos, el país del millón de elefantes, ubicado en el sudeste asiático.
Laos es un destino repleto de paz y armonía
La experiencia vivida por miles de mochileros habla de Laos como el país perfecto para conocer “la auténtica Asia”. Su gastronomía es muy diversa y sabrosa, posee un inmenso patrimonio budista, maravillas naturales de singular belleza, su cerveza –Lao-, una población encantadora, amable y gentil y, por si fuera poco, precios irrisorios.
Vientián, al norte, es la capital de Laos, destino obligatorio en un viaje hacia este destino repleto de paz y armonía. Ha sido considerada quizás la capital más tranquila del mundo y tiene una fuerte influencia francesa y tailandesa, es por ello que es probable que en el recorrido de sus calles te asalte un delicioso aroma de croissants.
Es una ciudad pequeña que puede ser recorrida en bicicleta, cuyo alquiler resulta muy económico. Allí podrás ver la enorme estupa dorada (literalmente cubierta de oro), Pha That Luang, símbolo de la ciudad y orgullo de Laos, la cual es el templo más representativo del budismo.
Una fotografía en el Patuxai, monumento llamado arco del triunfo, no puede faltar. Otros templos que visitar son Wat Si Muang, Haw Pha Kaeo y Wat Sisaket. El Palacio Presidencial de Vientián es muy hermoso y, al caer la noche, nada como una cena en la plaza Nam Phou, donde hay muchos bares y restaurantes, para luego realizar las compras de regalos en el mercado nocturno llamado Riverside Market, que instalan cada noche a la orilla del río Mekong muy cerca del Parque Chao Anouvong.
Turismo sin agresión
El turismo ecológico es posible en Laos, especialmente por la diversidad de paisajes naturales aún vírgenes que posee, y para ello existe el trekking en Luang Namtha, que en grupo de seis personas sale bastante económico. Este paseo te permite pernoctar en aldeas e interactuar con los integrantes de etnias tribales, una experiencia enriquecedora. Caminar por selvas, dormir en una casa en el árbol, pasar a ser parte de la naturaleza y disfrutar de la majestuosidad natural, es posible con este recorrido.
En el centro de Laos encontramos una pequeña ciudad llamada Vang Vieng, muy cerca del Blue Lagoon al que puedes llegar en bici o moto. Éste último es un pequeño lago de color azul intenso, donde puedes darte un baño relajante o lanzarte desde las cuerdas de un gran árbol en su orilla. Se paga una módica entrada y podrás acceder también a la Cueva Poukham.
El clima es agradable, la comida buena y barata y el ambiente genial para disfrutar en grande. Tal vez Vang Vieng es más popular por la singular práctica de tubing, la cual consiste en bajar por el río Nam Song sentado en un flotador gigante, mientras paras en los diferentes bares que se encuentran en la orilla para beber sin freno. Estas, por nombrar sólo algunas de las maravillas que podrás disfrutar si decides visitar Laos.
Redacción: Equipo de Vida Lúcida
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