La mayoría de las relaciones a menudo empiezan en esa etapa de luna de miel. Sientes mariposas cada vez que están alrededor el uno del otro, y no podrían estar más felices. Pero muchas relaciones cambian con el tiempo. Puedes estar tratando de mantener la relación sin desmoronarse, pero estar con alguien que tiene un efecto negativo en tu salud mental, nunca es beneficioso. Es importante saber cuándo es el momento de seguir adelante, especialmente cuando tu salud emocional está en juego.
4 señales de que estás en una relación mala para tu salud mental
Aquí hay cuatro señales de que estás en una relación que es mala para tu salud mental y es tiempo de retirarse:
1. Estás constantemente haciendo excusas por el comportamiento de tu pareja
Si te encuentras siempre dando excusas por el comportamiento de tu pareja, es una señal importante de que estás en una relación que está lejos de ser saludable. Hay dos problemas importantes con hacer excusas por otra persona. Primero, permite que la otra persona continúe su comportamiento negativo sin enfrentar ninguna consecuencia. En segundo lugar, daña otras relaciones. Cuantas más excusas estés dando a tu familia y amigos por el mal comportamiento de tu pareja, más tensa será tu relación con tu familia y amigos. No excuses el mal comportamiento. Si sientes la necesidad, hay un problema.
2. Tienes cólera, temor o ansiedad al interactuar con tu pareja
Si estás en una relación que ha sido mentalmente insalubre durante algún tiempo, puedes tener emociones negativas acumuladas. Estas emociones negativas se amplifican cuando te comunicas con tu pareja. Puedes sentir cólera, ansiedad o incluso miedo si tu pareja te ha amenazado en el pasado. Estas emociones salen a la superficie durante la interacción porque has estado lastimada durante tanto tiempo, que cualquier tipo de interacción termina provocando sentimientos negativos. Constantes pensamientos negativos y emociones dañarán tu salud mental.
3. Te niegas el derecho a pensar, sentir o actuar
Si insistes en mantener una relación que no está funcionando, podrías dejar que tus excusas se salgan de control. Puedes terminar negándote a ti mismo el derecho a pensar, sentir o actuar, sin siquiera darte cuenta. Si te molesta, te dirás que no tienes derecho a sentirte así. Ya sea que estés enterrando tus pensamientos y emociones por tus hijos o para evitar un argumento, nunca es una solución saludable al verdadero problema.
4. Estás constantemente tratando de «arreglar» la relación
Ambas personas en una relación tienen que estar dispuestas a comprometerse, comunicarse y hacer un esfuerzo para hacer que la relación funcione. Es una calle de dos vías. Cuando una persona no está dispuesta a hacer el esfuerzo necesario para mantener una relación sana, no hay mucho que se pueda hacer. Sin embargo, pueden seguir haciendo un esfuerzo y tratar de mantener la relación juntos por su cuenta. Pero una relación sana no es una relación forzada. Si eres el único que intenta mantener tu relación sin desmoronarse, todo esto terminará cobrándote factura n tu salud mental. Puedes trabajar para arreglar las cosas, pero sólo si ambos están dispuestos a poner por delante el tiempo y esfuerzo.