El ser humano no puede aguantar más de 48 horas seguidas sin dormir absolutamente nada. Porque dormir es esencial para disfrutar de una buena salud. No es recomendable dormir menos de siete horas ni más de diez, siendo la media ideal unas ocho horas de sueño.
Estos hábitos pueden impedir que descanses
Si a partir de ahora quieres conseguir un descanso y tener un placentero sueño para no perder un tiempo valioso contando ovejitas, seguro que deberías dejar de practicar alguno de estos 5 malos hábitos que pueden impedir que descanses.
1. Estar muy cerca de aparatos eléctricos
Presencia excesiva de aparatos electrónicos en la habitación. Móviles, ordenadores, televisores, radios, tablet, despertadores… Es muy habitual hacer uso de ellos antes de acostarse porque nos gusta consultar el correo electrónico o enviar algún mensaje. Pero esta insana costumbre hará que estimulemos al cerebro con información, impidiendo que pueda desconectar, que se relaje y descanse.
2. Cenas inadecuadas
Hay alimentos que si consumimos durante la cena no nos ayudarán en absoluto a conciliar el sueño. La salsa de tomate de las pizzas presenta altos niveles de acidez que provocará reflujo, la carne roja tarda más tiempo en ser digerida que otras carnes y el helado por su contenido en grasa y azúcar, tampoco ayuda. Con frecuencia se consumen productos estimulantes como el café, el té, el chocolate, los refrescos, el alcohol y el tabaco. Irse con el estómago lleno a la cama no es una buena elección. Recuerda que es conveniente dejar transcurrir al menos dos horas antes de acostarse y cenar ligero para evitar que una digestión pesada nos impida descansar correctamente.
3. Practicar alguna actividad física
Hacer actividad física dentro de las tres horas previas a irse a dormir no es aconsejable. Porque al practicar ejercicio aumentamos la temperatura corporal y los niveles de energía siendo un impedimento para conciliar el sueño.
4. Uso de almohadas equivocadas y colchones que ya están en edad de jubilación
Estos dos elementos son esenciales para descansar adecuadamente. Las almohadas deben cubrir el hueco que queda entre el colchón y nuestro hombro, para que de este modo quede la columna alineada durante las horas de sueño. Si la almohada es más alta, la cabeza y los hombros están a una altura más elevada que el resto del cuerpo por lo que no se descansa. Los colchones deben renovarse cada 10 años aproximadamente. Pero con frecuencia nos olvidamos de ello.
5. Un entorno inapropiado
A menudo nos olvidamos que la presencia de la luz y el ruido nos impedirá dormir. La luz actúa como un estimulante para el cerebro. Así que incluso las diminutas luces del despertador o del router, están impidiendo que conciliemos el sueño. Pero también la iluminación de la calle o la luna. Es fundamental dormir en una habitación oscura, sin ruidos de ambiente como el tic-tac-tic-tac del reloj o el tráfico, porque inciden de manera negativa sobre el sueño.
Redacción: Equipo de Vida Lúcida