¿Cuándo fue la última vez que pensaste en alguien que logró llamar tu atención? Y luego te preguntaste, ¿por qué esta atracción no se aplica a ambos lados?
¿Te preguntas por qué algunas personas son atractivas y otras no, y si perteneces a la primera o segunda categoría? ¿Qué nos hace menos atractivos finalmente?
¿Qué nos hace menos atractivos?
No solo a nivel físico, ser una persona atractiva e interesante puede estar también relacionada con nuestros hábitos, que repetimos sin darnos cuenta.
1. Estar demasiado distantes
Si bien estar distante puede hacerte sentir bien a nivel personal, especialmente si eres introvertido, no es nada atractivo para los demás. Cuanto más hagas sentir tu presencia, de una manera hermosa y no excesiva por supuesto, más probable es que los demás te encuentren atractivo con el tiempo.
2. Revelas demasiado, demasiado pronto
Cuanto más misterio hay al principio, más intriga tu personalidad a los demás. Por lo general, a las personas les fascinan los misterios, por lo que les resulta atractivo no saber mucho de ti y querer averiguarlo. Por lo tanto, no reveles todo acerca de ti demasiado pronto a un conocido. Siempre guarda algo para más tarde.
3. Ansiedad
Según la investigación, aquellos que tienen altos niveles de la hormona del estrés, el cortisol, en su cuerpo son menos atractivos. Así, además de perjudicar nuestra salud y psicología, el estrés también nos hace menos atractivos.
4. Mentiras
Según la investigación, mentir se considera uno de los rasgos más repulsivos que pueden tener las personas. Y esto es cierto incluso para la mentira más pequeña. Así que asegúrate de ser completamente honesto en lo que dices y haces si quieres ganarte a alguien.
La persona frontal y sincera suele verse más atractiva, representa una parte de nosotros que siempre queremos liberar y al verlo en otra persona, nos hace sentir atraídos hacçia ellos.
5. No descansar lo suficiente
Cuanto menos se duerme, menos atractivo se es para los demás, y tiene sentido. Al no dormir bien, tensas el cuerpo, la piel, sobrecargas tu cerebro, no tienes ánimo, no aguantas nada y estás irritable, por lo que no emites algo atractivo.
No emitas malhumor, pero tampoco mucha alegría
Aquí hay dos situaciones contradictorias. Por un lado, cuando te ves hosco, malhumorado y ansioso, tiene sentido no atraer el interés de los demás. Sin embargo, por otro lado, la alegría y el optimismo excesivos, son igual de incómodos.
Esto muestra una falta de enfoque serio de las cosas. El secreto, entonces, es ser normal sin llegar a los extremos.