La complejidad de las relaciones humanas hace que su éxito sea un desafío tanto emocional como práctico. Aunque no hay una fórmula única para prevenir el fracaso en las relaciones, la investigación en psicología relacional ha identificado patrones conductuales que comúnmente preceden a las rupturas y divorcios.
Estudios indican que una cantidad significativa de matrimonios y relaciones íntimas terminan en separación; por ejemplo, en Estados Unidos, cerca del 40% de los primeros matrimonios y aún más altos porcentajes en matrimonios subsiguientes resultan en divorcio.
Esta tendencia resalta la importancia de entender las conductas que socavan las relaciones. Este artículo detalla siete de estas conductas, sustentadas en investigaciones y teorías dentro del campo de la psicología de las relaciones.
1. La crítica constante
La crítica constante hacia la pareja, especialmente cuando se enfoca en la personalidad o el carácter en lugar de en comportamientos específicos, es un indicador temprano de problemas en la relación. Gottman (1994) identifica la crítica como uno de los «Cuatro Jinetes del Apocalipsis» que predicen el divorcio. Este tipo de comunicación negativa puede erosionar el respeto mutuo y la admiración, fundamentales para una relación saludable.
2. La defensividad
La defensividad es a menudo una respuesta a la crítica, donde uno de los socios se siente atacado y responde de manera que justifica o minimiza su comportamiento. Gottman (1994) señala que esta conducta puede bloquear la comunicación efectiva y la resolución de conflictos, ya que impide que el individuo asuma responsabilidad por sus acciones.
3. El desprecio
El desprecio, que puede manifestarse a través de sarcasmo, burlas, y gestos de desdén, es la conducta más destructiva dentro de una relación, según Gottman (1994). Esta actitud implica una falta de respeto y aprecio por la pareja, lo cual puede deteriorar el afecto y la conexión emocional.
4. La actitud evasiva
La actitud evasiva se refiere a la tendencia a retirarse emocional o físicamente de la discusión o del conflicto. Aunque evitar conflictos puede parecer una estrategia pacífica, a largo plazo, puede conducir a una acumulación de resentimientos y a una falta de resolución de problemas subyacentes (Gottman, 1994).
5. Los celos excesivos
Los celos, cuando son excesivos y no están basados en la realidad, pueden ser un signo de inseguridad y desconfianza en la relación. Buss (2000) sugiere que los celos patológicos pueden llevar a comportamientos de control y posesividad, los cuales son perjudiciales para la autonomía y el bienestar de ambos socios.
6. La falta de comunicación efectiva
La incapacidad para comunicar abierta y efectivamente necesidades, deseos y preocupaciones es un predictor clave del fracaso de la relación. La investigación de Gottman (1999) muestra que las parejas que no desarrollan un estilo de comunicación saludable tienen mayor probabilidad de enfrentarse al descontento y la separación.
7. La inflexibilidad
La inflexibilidad, o la incapacidad para adaptarse a los cambios y a las necesidades cambiantes de la pareja, puede llevar a un estancamiento en la relación. Según Rusbult y Van Lange (2003), la disposición a comprometerse y adaptarse es crucial para el mantenimiento y la satisfacción de la relación a largo plazo.
Conclusión
Reconocer y abordar estas conductas puede ser el primer paso hacia la mejora de la calidad de una relación. La terapia de pareja, junto con un compromiso mutuo hacia el crecimiento y la comunicación efectiva, puede ayudar a las parejas a superar estos desafíos y a construir una relación más fuerte y saludable.
Referencias:
- Buss, D. M. (2000). The Dangerous Passion: Why Jealousy Is as Necessary as Love and Sex. Free Press.
- Gottman, J. M. (1994). What Predicts Divorce? The Relationship Between Marital Processes and Marital Outcomes. Lawrence Erlbaum Associates.
- Gottman, J. M. (1999). The Marriage Clinic: A Scientifically Based Marital Therapy. W. W. Norton & Company.
- Rusbult, C. E., & Van Lange, P. A. M. (2003). Interdependence, interaction, and relationships. Annual Review of Psychology, 54, 351-375.