Estamos acostumbrados a pensar que la inteligencia y buena memoria estarán con nosotros para siempre. Pero esto no es así. Cada día nuestros cerebros son atacados por el estrés, la falta de sueño y la mala alimentación. Todo esto afecta negativamente sobre los procesos que ocurren en nuestra cabeza. Por este motivo, si deseas mantener tu intelecto hasta la vejez, es importante empezar a cuidar el cerebro ahora mismo.
En este artículo hablaremos sobre cómo hacer que el cerebro funcione de manera más eficiente. Veremos cómo proteger nuestro cerebro de los factores negativos y cómo comer bien para preservar la inteligencia. Aquí hay algunos consejos eficaces para lograrlo.
No te olvides del deporte
Mantener un buen estado físico es útil no sólo para nuestro cuerpo, sino también para el cerebro. El deporte hace que nuestro cerebro funcione más eficientemente. Los científicos han demostrado que el ejercicio aeróbico puede afectar a nuestros genes asociados con la longevidad, así como la «hormona del crecimiento» del cerebro. Incluso llevaron a cabo experimentos que demostraron que las prácticas deportivas pueden restaurar la memoria en los ancianos. Esto lo logran aumentando el crecimiento de las células en algunas partes del cerebro.
Reducir el consumo de calorías
Suena increíble, pero es real: el número de calorías afecta el trabajo del cerebro. Mientras menos calorías consumimos, más saludable será nuestro cerebro. Un estudio realizado en el 2009 confirma esto. Los científicos eligieron dos grupos de personas mayores, y midieron los indicadores del desempeño de cada persona. A continuación: a unos se les permitió comer cualquier cosa, mientras los otros solo recibieron una dieta baja en calorías. Al final del estudio se encontró que la memoria del primer grupo empeoró, mientras que la del segundo grupo mejoró.
Entrena tu cerebro
El cerebro es nuestro músculo principal y como tal necesita ser entrenado. Al ejercitar el cerebro, formamos nuevas conexiones neuronales, su trabajo se vuelve más eficiente y más rápido, así la memoria mejora. Este patrón se evidencia por el hecho de que las personas con un mayor nivel de educación tienen menos riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Comer grasas, no hidratos de carbono
Hoy en día, los científicos han demostrado que el trabajo de nuestro cerebro está directamente relacionado con la nutrición. Así, el exceso de carbohidratos en la dieta conduce a un deterioro en el rendimiento intelectual. Nuestro cerebro es 60% de grasa, y para funcionar correctamente, necesita grasas, no hidratos de carbono.
Sin embargo, muchos todavía piensan que tener grasa y ser gordo viene a ser lo mismo. De hecho, no engordamos por consumir grasa, sino por un exceso de carbohidratos en la dieta. Y sin grasas útiles, nuestros cerebros se estarían muriendo de hambre.
Perder peso
Los científicos han demostrado que existe una relación directa entre el perímetro de la cintura y la eficacia del cerebro. Examinaron los índices intelectuales de más de 100 personas con diferentes pesos corporales. Resultó que cuanto más grande es el vientre, menor es el hipocampo, el centro de la memoria. Con cada nuevo kilogramo nuestro cerebro se hace más pequeño.
Dormir lo suficiente
Todo el mundo lo sabe. La falta de sueño afecta al cerebro. Sin embargo, todavía ignoramos este hecho de vez en cuando. Se ha demostrado científicamente que, con un sueño malo e inquieto, las habilidades mentales se reducen. Al respecto existen muchas evidencias de pruebas realizadas en pacientes que sufrían trastornos cognitivos. Resulta que todos tienen una cosa en común: no pueden dormir por mucho tiempo y constantemente se despiertan en medio de la noche, y durante el día se sienten agotados.
Además, otro de los problemas que conocemos es en el caso de los pacientes con trastornos respiratorios en el sueño. Se sabe que estas personas tienen el doble de probabilidades de sufrir de demencia en la vejez.
Siguiendo estas sencillas recomendaciones, puedes ayudar a que tu cerebro se mantenga sano. A quién no le gustaría mantener la mente aguda durante muchos años y seguir mejorando al pasar el tiempo.