Desenmascarando los peligros de la cosmética y el maquillaje falsificados

En los últimos años, se ha observado un aumento significativo en la prevalencia de falsificaciones de cosméticos y maquillaje. Anteriormente, acceder a estos productos era complicado, pero con la facilidad de acceso a través de Internet, podemos encontrarlos con solo unos clics.

maquillaje

Muchos de nosotros caemos en la trampa sin saberlo, pensando que estamos adquiriendo el producto original a un precio más bajo. Por otro lado, algunas personas optan por comprar imitaciones para ahorrar dinero en productos populares.

Desde las clásicas camisetas «Acliclas» que solíamos comprar en los puestos de playa, hemos pasado a adquirir copias de perfumes en nuestros supermercados favoritos que, si bien no duran tanto, tienen un olor bastante similar.

Sin embargo, el peligro radica en comprar imitaciones de origen dudoso en páginas web que incluso harían sonrojar al mismísimo Jack Sparrow.

El tipo de producto falsificado es siempre el mismo: cosméticos y maquillaje de marcas de lujo a precios «low cost». Aunque podamos pensar que no importa y que estamos adquiriendo un producto similar, los expertos tienen una opinión completamente diferente.

«En España, tanto los cosméticos como el maquillaje están regulados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, lo que implica una regulación bastante estricta. No se permite la inclusión de sustancias clasificadas como tóxicas. Esta regulación es muy rigurosa, a diferencia de países como China», explica la dermatóloga Ana Molina.

La industria de los productos falsificados es enorme, y la mayoría de ellos se pueden encontrar en sitios web asiáticos como AliExpress, donde las imitaciones de productos de maquillaje e incluso de protección solar abundan sin restricciones.

Con el maquillaje, nos enfrentamos a diversos riesgos. Actualmente, se sabe que una mujer puede ingerir hasta 4 kg de lápiz labial a lo largo de su vida. Al ser aplicado en la boca, parte del maquillaje se consume. Por lo tanto, es crucial que los productos sean seguros», advierte la experta.

Los peligros asociados a las falsificaciones

Molina señala que las falsificaciones provenientes de China contienen metales pesados y otras sustancias que pueden ser perjudiciales para la salud, especialmente para el sistema digestivo en el caso de los lápices labiales o aceites, y para la piel en el caso de productos cosméticos como cremas o coloretes.

Otro riesgo es que muchos de estos artículos no indican la fecha de caducidad ni la duración después de abrirlos, lo que podría llevarnos a intoxicarnos sin saberlo. «Los síntomas de usar cremas caducadas son irritaciones, conocidas como dermatitis irritativa de contacto aguda.

Esto nos puede suceder a todos simplemente por las sustancias irritantes que puedan contener. La dermatitis de contacto alérgica solo afectaría a personas alérgicas a alguno de los componentes», explica.

Aunque no está directamente relacionado con la salud, otra consecuencia de usar productos de maquillaje caducados es que no se adhieren correctamente a nuestro rostro. «Podemos notar que se forman grumos o que la textura está más seca de lo normal…»

No obstante, el verdadero peligro radica en los productos que aplicamos en nuestros ojos. Las máscaras de pestañas, delineadores, correctores y contornos pueden entrar en contacto directo con ellos, y si contienen sustancias tóxicas, podríamos enfrentar graves consecuencias.

«Los productos que se utilizan cerca de los ojos son donde encontramos más riesgos de conjuntivitis, infecciones, etc. Somos muy cautelosos con las fechas de caducidad de las máscaras de pestañas, evitamos compartir cualquier producto que se aplique cerca de los ojos o la boca, entre otras medidas.

Esto es para prevenir cualquier contaminación que pueda causarnos daño con el tiempo, pero debemos tener en cuenta que estos productos podrían venir contaminados desde la propia fábrica», concluye la doctora.

Un negocio en crecimiento

Según la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), la industria cosmética perdió 839 millones de euros en 2019 (el último año con datos oficiales comparables previo a la pandemia).

Se estima que los datos de los últimos tres años, afectados por la crisis del coronavirus, sean similares o incluso superiores, ya que la tendencia del fraude cosmético ha sido siempre al alza. De hecho, en los últimos años, el fraude se ha duplicado.

Para combatir este problema, SICPA, una multinacional suiza especializada en seguridad material y digital, ha estado implementando soluciones antifraude para asegurar los productos cosméticos y sus envases durante años.

Utilizando una estrategia que identifica los objetivos de cada empresa y evalúa el nivel de amenaza, SICPA determina qué tecnología o solución de seguridad es más adecuada para implementar.

Estas soluciones van desde la autenticación visible e invisible, la seguridad material y digital, hasta la serialización del producto para su rastreo individualizado.

Fuente: 20minutos.es