Dudar de sí mismo te estanca pero hay maneras de manejarlo

La duda es normal, y créanlo o no, incluso a veces son saludables. Es la forma de nuestro cuerpo de proporcionar una evaluación de nuestras acciones para asegurarnos de que procedemos de una manera que respalde nuestros valores y nuestra intención. La diferencia entre las personas que logran sus metas y las que luchan por vivir la vida que desean es la capacidad de controlar sus dudas. Dudar de sí mismo estanca, pero aquí tienes 10 formas de manejar la duda y seguir avanzando.

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Dudar de sí mismo te estanca, pero hay maneras de manejarlo

Reconócelo

Es imposible controlar las dudas sobre uno mismo si tenemos dificultades para reconocer que existe. Cuanto mejor seamos en conocer nuestros patrones de pensamiento y reconocer dudas ocultas, más fácil será desarrollar un plan para enfrentarlas.

Hacer algo

Lo mejor que podemos hacer para manejar nuestra duda es tomar medidas. La duda es generalmente temporal y se relaciona con los temores que estamos teniendo en ese momento. Entrar en la duda al tomar acción ayudará a calmarla. Permanece en el camino, sigue el plan y pide ayuda si es necesario.

Tener confianza en las cosas funcionará

Confiar en las cosas funcionará, no significa necesariamente que funcionarán de la manera que tú quieres. En cambio, es importante saber que funcionará como debe.

Es importante creer que cesarán nuestras dudas. Eso sucede cuando entendemos que no importa el resultado, habrá una lección que aprender. Y aplicar la lección es la única forma de llegar al siguiente paso del viaje.

Elige a tus amigos sabiamente

Las personas con las que pasamos el tiempo influyen en nuestros pensamientos, ya sea que estemos conscientes de ello o no. De hecho, según el Dr. John Kounis de la Universidad de Drexel, las vías en el cerebro pueden cambiar después de una breve conversación de 20 minutos. Si estás pasando tiempo con quienes dudan, es probable que comiences a dudar. ¿Evalúa tus conversaciones y pregúntate si se van sintiendo mejor o peor?

Deja de hablar de tus metas

Existe una investigación que indica que si declaras tus objetivos es más probable que los alcances. Y si bien las afirmaciones y el diálogo interno son absolutamente fantásticos para lograrlos, es posible que sea menos probable que lo hagas al hablar demasiado de ellos con otros.

Parece lógico, ¿verdad?

Lo que sucede es que nuestro cerebro se equivoca al hablar de ellos, así como la retroalimentación positiva que recibimos, y la satisfacción de los logros como si la tarea hubiera sucedido. Este tipo de gratificación reduce la motivación para seguir adelante.

Anticipar desafíos

Una de las mejores maneras de manejar las dudas en uno mismo es anticipar los desafíos que podrían aparecer en el camino. Si anticipas que los desafíos sucederán, estarás mejor preparado cuando lo hagas. Estar preparado elimina el miedo y la duda que pueden surgir de nosotros cuando las cosas no salen según lo planeado.

Dejar de buscar la aprobación

Buscar la opinión y el consejo de otras personas es una parte natural de hacer tratos con uno mismo. El problema radica cuando nuestra capacidad de toma de decisiones se ve obstaculizada por el asesoramiento y la información que recibimos.

Obtener opiniones diferentes puede crear dudas en los planes que tenemos y terminar abrumando. Mantente firme en el plan y busca información, pero deja de buscar aprobación.

Se auto-compasivo

Es mucho más probable que seamos compasivos con los demás que con nosotros mismos. Los estudios demuestran que existe una correlación directa entre ser amable con uno mismo y un estado mental positivo.

Sé amable y ten en cuenta que la imperfección es normal y parte del ser humano. Es importante que nos perdonemos los errores que cometemos para que podamos aprender de ellos y usarlos para nuestro crecimiento personal.

Para de poner excusas

Cuando dudamos, estamos tratando de encontrar una manera de hacer que una situación se ajuste a nuestro estado emocional. El miedo al fracaso e incluso al éxito se manifiesta a través de excusas. Deja de hacer justificaciones y encuentra razones para evitar el riesgo. Di sí y sabe que resolverás el resto a medida que avanzas.

Respira

Cuando todo falla y la duda sigue persistiendo, respira. Nuestra respiración es la forma en que el cuerpo regula las emociones y la negatividad. Ayuda a eliminar los pensamientos tóxicos mientras se ponen las cosas en perspectiva. Liberar el estrés nos devuelve a un lugar de calma. La respiración es un arma de poder contra cualquier negatividad, pero especialmente sobre la duda.

Encuentra las formas que te ayuden más efectivamente a manejar tus dudas. Sigue cuestionando hasta que utilices tus dudas personales de una manera que sea útil y no debilitante.

«Si escuchas una voz en tu interior que dice que no puedes pintar, entonces por supuesto pinta y esa voz será silenciada». – Vincent van Gogh

«Borra la duda de ti mismo trabajando para desarrollar tus fortalezas en lugar de centrarte en tus debilidades». – Rodolfo Costa