Los 10 signos de que tienes exceso de azúcar en la sangre

El azúcar es una fuente de energía para el organismo, pero su consumo excesivo puede provocar problemas de salud como diabetes, obesidad o enfermedades cardiovasculares.

Signos demasiado azúcar en sangre

¿Cómo saber si tenemos un nivel de azúcar en la sangre demasiado alto? A continuación, te presentamos 10 signos que pueden indicarte que necesitas reducir tu ingesta de azúcar.

1. Sed y boca seca

Uno de los primeros síntomas de que el azúcar en la sangre está elevado es la sensación de sed constante y la boca seca.

Esto se debe a que el exceso de glucosa en el torrente sanguíneo hace que los riñones trabajen más para filtrarla y eliminarla a través de la orina, lo que provoca una pérdida de líquidos y una deshidratación.

2. Aumento del apetito y del peso

Otro signo de que el azúcar en la sangre está fuera de control es el aumento del apetito y del peso. Cuando hay mucha glucosa en la sangre, las células no pueden absorberla adecuadamente y el organismo no recibe la energía que necesita.

Esto hace que se active el mecanismo del hambre para buscar más fuentes de energía, lo que lleva a comer más y a ganar peso.

3. Fatiga y somnolencia

La fatiga y la somnolencia son consecuencias directas del desequilibrio del azúcar en la sangre.

Al no poder utilizar la glucosa como combustible, el cuerpo se siente cansado y sin fuerzas. Además, el exceso de azúcar puede alterar el sueño y provocar insomnio o apnea, lo que afecta al descanso y al rendimiento diario.

4. Visión borrosa

La visión borrosa es otro síntoma de que el azúcar en la sangre está demasiado alto. El exceso de glucosa puede dañar los vasos sanguíneos de los ojos y causar problemas como retinopatía diabética, cataratas o glaucoma.

Estas complicaciones pueden afectar a la calidad de la visión e incluso provocar ceguera si no se tratan a tiempo.

5. Infecciones frecuentes

El sistema inmunológico también se ve afectado por el descontrol del azúcar en la sangre. El exceso de glucosa puede debilitar las defensas del organismo y hacerlo más vulnerable a las infecciones bacterianas o fúngicas, especialmente en zonas como la piel, la boca, las vías urinarias o los genitales.

6. Cicatrización lenta

La cicatrización lenta es otro signo de que el azúcar en la sangre está elevado. El exceso de glucosa puede interferir con el proceso de reparación de los tejidos dañados y retrasar la curación de las heridas, lo que aumenta el riesgo de infecciones y complicaciones.

7. Hormigueo o entumecimiento en las extremidades

El hormigueo o entumecimiento en las extremidades es una señal de que el azúcar en la sangre está afectando a los nervios periféricos, lo que se conoce como neuropatía diabética. Esta condición puede causar dolor, ardor, picazón o pérdida de sensibilidad en las manos, los pies o las piernas.

8. Problemas de concentración y memoria

El cerebro también necesita glucosa para funcionar correctamente, pero el exceso de azúcar en la sangre puede tener un efecto negativo sobre las funciones cognitivas.

El desequilibrio del azúcar puede dificultar la concentración, la memoria, el aprendizaje o el razonamiento, lo que afecta al rendimiento académico o laboral.

9. Cambios de humor

Los cambios de humor son otra consecuencia del descontrol del azúcar en la sangre. El exceso de glucosa puede alterar el equilibrio de los neurotransmisores como la serotonina o la dopamina, que regulan el estado de ánimo, la ansiedad o la depresión. Esto puede provocar irritabilidad, nerviosismo, tristeza o falta de motivación.

10. Problemas de piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo y también refleja el estado del azúcar en la sangre. El exceso de glucosa puede causar problemas de piel como sequedad, picazón, erupciones, acné o manchas oscuras, especialmente en zonas como el cuello, las axilas o las ingles.

¿Qué hacer si tienes estos signos?

Si presentas alguno de estos signos, lo más recomendable es que acudas a tu médico para que te realice un análisis de sangre y te confirme si tienes un nivel de azúcar en la sangre demasiado alto. En caso de que así sea, deberás seguir un tratamiento adecuado para controlar tu glucemia y evitar complicaciones.

Además, es importante que adoptes hábitos saludables como llevar una dieta equilibrada, baja en azúcares y grasas, hacer ejercicio físico regularmente, beber suficiente agua, dormir bien y evitar el estrés. Estas medidas te ayudarán a mantener tu azúcar en la sangre en niveles óptimos y a mejorar tu calidad de vida.