Los peligros de un niño mimado: aprende a poner límites

Es indiscutible que el amor de una madre o padre no tiene límites, pero hay que ser equilibrados, de lo contrario el niño nunca se independiza y vive siempre a la sombra de sus padres.

Los peligros de mimar demasiado a los niños

Cuando tratamos de proteger a nuestros hijos de todos los peligros y de todas las decisiones equivocadas (excepto las propias), terminamos «castrándolos». En resumen, estamos criando niños que nunca podrán valerse por sí mismos.

Todos debemos criar a nuestros hijos con la perspectiva de que cuando crezcan extenderán sus alas y se pararán sobre sus propios pies. Para cometer sus propios errores y elecciones y ser sus propios maestros. ¡La sobreprotección y el cuidado excesivo solo tienen efectos negativos en el niño!

Consecuencias a largo plazo de mimar demasiado

Este tipo de crianza llena de mimos de forma excesiva, aunque se hace con muy buenas intenciones, tiene algunos parámetros serios y graves consecuencias a largo plazo que la mayoría de la gente desconoce. Aquí hay una lista de ellos:

Subdesarrollo del cerebro

La crianza helicóptero implica la aceptación tácita de que los padres tomarán decisiones por sus hijos, reduciendo su necesidad de resolver problemas y tomar sus propias decisiones.

Este tipo de crianza puede obstaculizar la capacidad del niño para desarrollar habilidades para resolver problemas y tomar decisiones. Habilidades que queremos que nuestros hijos tengan plenamente desarrolladas cuando dejen el nido familiar, para que puedan tomar las mejores decisiones en todos los aspectos de su vida.

Reacción emocional

Si los padres ejercen demasiado control en las situaciones e intervienen antes de que los niños intenten manejar el desafío por sí mismos, o no sacan naturalmente a los niños de los entornos desafiantes, pueden obstaculizar el desarrollo de las habilidades de autorregulación

La capacidad reducida para regular las emociones y el comportamiento parece estar asociada con esta táctica de crianza.

Baja autoestima y confianza

La sobreinvolucración de los padres hace que el niño crea que sus padres no confiarán en él si hace algo sin su participación. Por lo tanto, conduce a la falta de autoestima y confianza en uno mismo.

Los padres, de esta manera, privan a sus hijos de la oportunidad de crear, de resolver problemas, de desarrollar habilidades de afrontamiento, de desarrollar resiliencia, de comprender qué los hace felices, de comprender quiénes son (identidad).

Los niños mimados suelen ser más agresivos

Las investigaciones muestran que los niños criados por padres intrusivos tienden a ser más crueles u hostiles con otros niños. Se considera que esto es una respuesta de control parental extremo. Los niños actúan y afirman su soberanía como una forma de recuperar un sentido de libertad en sus vidas.

Por lo tanto, tienden a volverse irritables y menos pacientes cuando se enfrentan a tener que llevarse bien con sus compañeros.