¿Alguna vez has cocinado algo en el sartén y luego lo has puesto bajo el agua fría para lavarlo?
Si es así, puede que hayas cometido un grave error que puede dañar tu sartén y tu salud. En este artículo te explicamos por qué no debes poner el sartén caliente bajo el agua y qué consecuencias puede tener hacerlo.
El choque térmico
Cuando pones el sartén caliente bajo el agua fría, lo que ocurre es un fenómeno llamado choque térmico. Esto significa que el material del sartén se contrae y se expande rápidamente debido al cambio brusco de temperatura. Esto puede provocar que el sartén se deforme, se agriete o se rompa.
El choque térmico también puede afectar al recubrimiento del sartén, como el teflón o la cerámica.
Estos recubrimientos pueden desprenderse o agrietarse por el cambio de temperatura, lo que puede hacer que el sartén pierda su antiadherencia y su capacidad de distribuir el calor de forma uniforme.
Los riesgos para la salud
Además de dañar el sartén, ponerlo caliente bajo el agua también puede tener riesgos para tu salud. Si el recubrimiento del sartén se desprende o se agrieta, puede liberar sustancias tóxicas que pueden contaminar los alimentos que cocines en él.
Algunas de estas sustancias son el ácido perfluorooctanoico (PFOA) o los polímeros fluorados (PFAS), que se han relacionado con problemas como el cáncer, la infertilidad o las alteraciones hormonales.
Otro riesgo para la salud es el de quemarse con el vapor o el agua caliente que salta al poner el sartén bajo el grifo. Esto puede causar lesiones en la piel o en los ojos que pueden ser graves si no se tratan adecuadamente.
Cómo lavar el sartén correctamente
Para evitar estas consecuencias, lo mejor es lavar el sartén correctamente siguiendo estos pasos:
- Espera a que el sartén se enfríe por completo antes de lavarlo. Puedes dejarlo sobre la estufa apagada o sobre una superficie resistente al calor.
- Usa una esponja suave y jabón para limpiar el sartén. No uses estropajos metálicos ni productos abrasivos que puedan rayar o dañar el recubrimiento.
- Enjuaga bien el sartén con agua tibia y sécalo con un paño limpio. No lo guardes húmedo ni lo apiles con otros utensilios que puedan rayarlo.
- Si el sartén tiene restos de comida pegados, puedes remojarlo con agua tibia y vinagre durante unos minutos antes de lavarlo. Esto ayudará a disolver la suciedad sin dañar el material.
Siguiendo estos consejos, podrás alargar la vida útil de tu sartén y evitar los riesgos para tu salud que supone ponerlo caliente bajo el agua.
Recuerda que un buen cuidado de tus utensilios de cocina es importante para garantizar una buena higiene y una buena calidad de tus platos.