Evita poner los tomates en el refrigerador para evitar estos efectos

Los tomates son una de las frutas más consumidas en el mundo, ya sean crudos, cocinados o en salsa.

Sin embargo, muchas personas tienen la costumbre de guardarlos en el refrigerador para que se conserven mejor y no se echen a perder.

¿Es esto una buena idea? En este artículo te explicaremos por qué no debes poner los tomates en el refrigerador y qué efectos negativos puede tener esta práctica.

Los tomates pierden sabor y aroma

Uno de los principales efectos de poner los tomates en el refrigerador es que pierden sabor y aroma.

Esto se debe a que las bajas temperaturas afectan a los compuestos volátiles que son responsables de darle al tomate su característico olor y gusto.

Estos compuestos se degradan o se evaporan cuando el tomate está expuesto a temperaturas inferiores a 10°C, lo que hace que el fruto se vuelva insípido y sin olor.

Los tomates pierden textura y color

Otro efecto negativo de guardar los tomates en el refrigerador es que pierden textura y color. Esto se debe a que las bajas temperaturas provocan un cambio en la estructura de las paredes celulares del tomate, lo que hace que se vuelvan más blandas y se rompan con facilidad.

Además, el frío también afecta a la síntesis de clorofila y licopeno, los pigmentos que le dan al tomate su color rojo. Estos pigmentos se destruyen o se inhiben cuando el tomate está expuesto a temperaturas inferiores a 12°C, lo que hace que el fruto se vuelva más pálido y menos atractivo.

¿Cómo conservar los tomates correctamente?

Si quieres disfrutar de unos tomates frescos, sabrosos y con buena apariencia, lo mejor es que no los guardes en el refrigerador.

Lo ideal es que los conserves a temperatura ambiente, en un lugar fresco, seco y oscuro, alejados de la luz directa del sol y de fuentes de calor.

También es importante que no los laves hasta que vayas a consumirlos, ya que el agua puede favorecer la aparición de hongos y bacterias.

Asimismo, es recomendable que no los guardes junto a otras frutas o verduras que desprendan etileno, como las manzanas o los plátanos, ya que este gas acelera la maduración y el deterioro de los tomates.

Siguiendo estos consejos podrás conservar tus tomates durante más tiempo y disfrutar de su sabor, aroma, textura y color originales.

Recuerda que los tomates son una fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, por lo que son muy beneficiosos para tu salud. No los arruines poniéndolos en el refrigerador.