Coágulos de sangre. Esas dos palabras pueden ser terriblemente aterradoras algunas veces, pero en realidad, la sangre tiene la capacidad de coagularse naturalmente como medida de protección para nuestro cuerpo. Así es como el cuerpo deja de sangrar. Todos hemos visto un coágulo de sangre en la forma de una costra y un moretón. Pero a veces, existen coágulos de sangre cuando no se supone deban de estar. Cuando esto sucede, puedes sufrir un ataque cardíaco, derrame cerebral y otros problemas médicos que pueden ser potencialmente mortales.
Necesitamos que nuestra sangre coagule para vivir. Los coágulos de sangre son a menudo una buena cosa, como cuando nos mantienen de sangrar mucho hasta poner en peligro nuestra vida después de un rasguño menor en nuestra pierna, por ejemplo.
Cuando tienes una herida abierta, tus vasos sanguíneos se estrechan para no perder sangre. Luego, las plaquetas forman grumos de sangre (coágulos) alrededor de la herida. Una proteína especial solidifica el grupo para reducir la pérdida de sangre.
El tipo peligroso de coágulos de sangre ocurre profundamente en las venas. Cuando se forman coágulos en las venas, la sangre fluye muy lentamente. Es como el tráfico de la hora pico dentro de tu torrente sanguíneo, enojando a todas las células sanguíneas que están tratando de ayudarte a mantener con vida.
Este tipo de coágulo de sangre se llama trombosis venosa profunda (TVP), y la mayoría de estos coágulos de sangre se producen después de una cirugía mayor o una enfermedad grave cuando no se está moviendo por períodos prolongados de tiempo. La mayoría de los coágulos de ocurren en la pierna o muslo.
El riesgo real que implica la TVP es cuando el coágulo de sangre se rompe lejos de la vena. El émbolo, o el coágulo de sangre que se libera, puede viajar a lo largo del torrente sanguíneo y entrar en tus arterias. Una vez allí, el émbolo puede cortar la circulación a tu corazón y pulmones, causando diferentes complicaciones según sea el órgano afectado.
Signos potenciales de coágulos de sangre que no debes ignorar
Aquí es cómo puedes saber cuándo alguien está experimentando un coágulo de sangre peligroso.
1. Hinchazón en una extremidad
Cómo lo acabamos de mencionar, este es un síntoma de un tipo de coágulo de sangre conocido como trombosis venosa profunda (TVP) que previene el flujo sanguíneo en el sistema circulatorio. La TVP es especialmente peligrosa porque evita que el oxígeno llegue a los órganos vitales.
2. Dolor en las piernas o sensibilidad
Un síntoma común de la TVP es el dolor o sensación en la pierna, dice la National Blood Clot Alliance. Este dolor se describe a veces como un calambre o un caballo de Charley (espasmos musculares).
3. Dolor intenso de cabeza
Un dolor intenso de cabeza súbito y severo acompañado de dificultad para ver o hablar a menudo indica coágulos sanguíneos en el cerebro. Debes revisarte si estos dolores nunca los habías recibido y si, por alguna razón que ya conoces, tienes la sospecha de que pueda ser debido a posibles coágulos de sangre.
4. Dolor abdominal
Un dolor abdominal severo puede ser causa de un coágulo, también si vienen vómito o diarrea igual de severos con ello, esto no es normal bajo ninguna circunstancia. Estos síntomas podrían indicar un coágulo de sangre en el abdomen. Sin embargo, también podría indicar intoxicación alimentaria y virus del estómago. Lo mejor es un chequeo inmediato.
5. Rayas rojas en la piel
Recuerda, un moretón es una forma de coágulo de sangre. Pero si ves rayas rojas que van hacia lo largo de la longitud de tus venas, debes saber que esto no es ningún moretón normal. Busca atención médica inmediata. Estas rayas rojas a menudo hacen que la extremidad se sienta caliente al tacto.
6. Dolor en el pecho con la respiración profunda
El dolor en el pecho se describe clásicamente como pleural, un dolor agudo que empeora al tomar una respiración profunda.
Estos son signos clásicos de una embolia pulmonar causada por coágulos en la sangre. De hecho, el paciente puede tener signos vitales estables (presión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno), pero dependiendo de la cantidad de coágulo sanguíneo en el pulmón y de la cantidad de tejido pulmonar afectado, los signos vitales pueden ser anormales. Como, por ejemplo:
- Falta de aliento: La persona puede tener dificultad para recuperar el aliento en reposo, y la falta de aliento a menudo empeora con la actividad.
- Frecuencia cardiaca elevada
- Velocidad respiratoria elevada (respiración)
- La decoloración azulada de la piel y las membranas mucosas (cianosis), debido a la disminución de la saturación de oxígeno (glóbulos rojos que no tienen moléculas de oxígeno unidas a ellos)
- Disminución de la presión arterial
7. Tos inexplicable
Si no estás enfermo pero estás tosiendo sin razón, presta atención a otros posibles signos de un coágulo de sangre que ya hemos mencionado. Estos incluyen ritmo cardíaco rápido, dolor en el pecho y falta de aire. También cuando la tos puede producir esputo sangriento (hemoptisis) es obviamente un signo de que tienes urgentemente que revisarlo. Si notas alguno de estos síntomas, llama a tu médico de inmediato.
Factores de riesgo que forman coágulos de sangre
Existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de formar coágulos de sangre. Por ejemplo, aunque parezca difícil de creer, estar internado en el hospital, especialmente si es una estancia larga o si está relacionada con una cirugía, es suficiente para aumentar las posibilidades de formar un coágulo.
Otros factores de riesgo pueden incluir:
- El cáncer
- Fumar
- La obesidad
- Ciertas píldoras anticonceptivas
- La edad, especialmente si tienes más de 65 años.
- El embarazo
- El descanso en cama o ser una persona sedentaria durante largos períodos de tiempo.
Cómo prevenir los coágulos de sangre
Los coágulos de sangre están entre los tipos más prevenibles de condiciones de la sangre. Hay varias maneras de disminuir sus posibilidades de desarrollarse, como controlar sus factores de riesgo cuando sea posible. Si crees que puedes estar en riesgo debido a factores genéticos o de comportamiento de tu propio cuerpo, habla con tu médico.
También, asegúrate de que tu médico es consciente de todos los medicamentos que estás tomando y cualquier historia familiar de trastornos de la coagulación de la sangre. Si piensas que tú o un ser querido está experimentando un coágulo de sangre, busca atención médica inmediata. Llama a tu médico, o ve al hospital. Un coágulo de sangre puede ser fatal. No te arriesgues.